Este nuevo acuerdo supone además que el gobierno sionista permitirá que otras naciones procedan a entregar ayuda humanitaria al pueblo palestino.
Dos acontecimientos importantes y de gran interés político llamaron la atención del mundo durante la semana que recién finaliza. El alto al fuego entre Israel y Hamás firmado en Egipto para que la paz llegue a Gaza y el anuncio de la escogencia de María Corina Machado para que reciba el Premio Nóbel de la Paz 2025 fueron las noticias principales al concluir la segunda semana de octubre.
Egipto fue la nación escogida para que representantes de Israel y el grupo Hamás llegaran a un acuerdo de paz promovido por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, con la colaboración decidida de diversos gobiernos de naciones árabes.
El acuerdo firmado entre las partes en conflicto contiene 20 puntos a cumplir, dos de los cuales podrían hacerlo fracasar.
Desde los inicios de la invasión en Gaza, en octubre de 2023, más de 68 mil palestinos, mayorías civiles, han muerto por los bombardeos o por la avanzada militar terrestre de Israel.
En cambio, según reportes oficiales del gobierno israelí, cerca de 1,300 soldados israelíes perdieron la vida en combates frente a combatientes de los grupos aliados a la organización palestina Hamás.
Con el acuerdo de paz firmado, Israel cesará su ofensiva militar en Gaza y su intento de ocupación total de ese territorio, así como liberará por exigencias de Hamás decenas de presos palestinos retenidos en cárceles israelíes.
Por su parte, Hamás liberará unos 20 rehenes israelíes bajo su custodia, y la entrega de todos los cadáveres de militares y civiles israelíes en su poder.
Este nuevo acuerdo supone además que el gobierno sionista permitirá que otras naciones procedan a entregar ayuda humanitaria al pueblo palestino, que muere de hambre y sed en inhóspitos refugios, ayuda que todo el tiempo ha vedado el gobierno del primer ministro Benjamín Netanyahu.
Es casi seguro que este reclamará el desarme total de Hamás y la desmilitarización de Gaza, algo que difícilmente la organización palestina acepte, ya que la nación estaría a merced de nuevas acciones de dominio político y militar absoluto por parte de gobiernos extranjeros, especialmente de Irán, su archienemigo.
Por lo visto, el gobierno de los Estados Unidos deberá garantizar esos acuerdos, un aliado incondicional de Israel.
Pero también se habla de una Fuerza Internacional de Estabilización para que supervise la Franja de Gaza, aunque todavía no se sabe quiénes la conformarán y qué países la integrarán.
Y lo peor es que, por exigencia del gobierno israelí, no se admite representante alguno de Palestina, y mucho menos de la organización Hamás.
Aún se espera la reacción de la rama más radical y brutal del gobierno de Netanyahu, que lideran los ultraderechistas Bezalel Smotrich, ministro de Finanzas, e Itamar Ben-Gvir, ministro de Seguridad Nacional.
Ambos, con gran influencia dentro del gobierno israelí, siempre se han opuesto a cualquier acuerdo que no sea la derrota total o desaparición de Hamás y la ocupación definitiva de Palestina.
Podría ser que la aceptación de los acuerdos arribados no sea más que una estrategia de Israel para ganar tiempo, reorganizar el ejército, recibir los cuerpos de los israelíes fallecidos y los rehenes en manos de Hamás para luego continuar su ofensiva militar contra Palestina.
Con la propuesta de alto el fuego en Gaza, presentada por el presidente Donald Trump con anterioridad, y aceptada ahora por Israel y Hamás, la promoción de este hecho a nivel global impulsó la idea de entregar al mandatario estadounidense el deseado Premio Nóbel de la Paz 2025.
Pero ese codiciado y prestigioso galardón ya fue anunciado para María Corina Machado, por su trayectoria en defensa de la democracia y los derechos humanos en Venezuela.
Machado ha sido una dirigente política opositora al régimen izquierdista de Nicolás Maduro y el chavismo.
El presidente de Rusia Vladimir Putin, reaccionó no muy a gusto con la escogencia de Machado para recibir el premio, ya que a su entender le correspondía a Trump, por su gran esfuerzo en lograr la paz en Medio Oriente.
El Nóbel de la Paz es una distinción que se otorga a quienes han hecho aportes a favor de la humanidad, tanto en la medicina, como en la economía, la física, química, literatura y la paz regional o mundial.
Si bien es cierto que la propuesta de paz para poner fin a la guerra de dos años que llevan a cabo Israel y el grupo armado Hamás fue promovida con insistencia por Trump, aún no se sabe si dicho acuerdo se mantendrá vigente.
Es por ello por lo que, para que Donald Trump reciba dicho galardón, habría que esperar que el incipiente y débil cese al fuego que hoy se inicia perdure y se consolide por el bien de la paz en Medio Oriente, que se produzca algo similar entre Rusia y Ucrania y la desaparición de los vientos de guerra que soplan en Sur América entre los EE.EE. y Venezuela.
De ser así, Trump sería el candidato invencible para en 2026 recibir tan codiciado premio.