Las Fuerzas Armadas abren su primer centro integral de salud mental
Santo Domingo.- El sol caía fuerte sobre la avenida 27 de Febrero cuando el ministro de Defensa, teniente general Carlos Antonio Fernández Onofre, cortó la cinta junto a su esposa, Varinnia Durán de Fernández. Frente a ellos, el letrero recién colocado anunciaba una nueva etapa para las Fuerzas Armadas: el Centro Integral de Salud Mental de las Fuerzas Armadas (CISMENFFAA).
El edificio luce moderno, con amplios ventanales y una calma poco habitual en las instituciones militares. Pero más allá de la arquitectura, lo que se inauguró ese día fue una promesa: cuidar la mente de quienes cuidan al país.
Durante años, los uniformes han cargado con un peso invisible. En el verano de 2024, una cadena de tragedias —feminicidios, suicidios, silencios que dolían— encendió todas las alarmas. Fue entonces cuando Fernández Onofre, en ese momento comandante del Ejército, decidió que ya era hora de atender el problema de raíz. No con discursos, sino con un plan concreto: crear un espacio donde los soldados y sus familias pudieran encontrar ayuda real.
- Meses después, esa idea tomó forma con el CISMENFFAA, un proyecto que combina ciencia, empatía y visión institucional. Su enfoque es claro: el bienestar emocional también es parte de la defensa nacional.
El centro ofrece un abanico de servicios que rompe esquemas. Psiquiatría general, infantil, geriátrica y de adicciones. Psicología clínica, educativa, organizacional y de emergencia. A eso se suman programas de neuropsicología, psicometría y una joya poco común: la musicoterapia, que por primera vez se ofrece de manera pública en el país.
Pero el corazón del proyecto está en sus programas humanos: el club de parejas “Alianza Plena”, el club infantojuvenil “Radar Juvenil” y el club de familia “Todos Somos Uno”. Iniciativas que buscan algo tan simple como esencial: que las familias militares vuelvan a escucharse, a compartir, a sanar juntas.
El centro también apuesta por la tecnología. A través de la telepsiquiatría y la telepsicología, los miembros de las Fuerzas Armadas podrán recibir atención sin importar si están en una base lejana o en una zona fronteriza.
A la inauguración asistieron figuras del sector público y privado, entre ellos el ministro de Salud, Víctor Atallah; la procuradora general, Yenny Berenice Reynoso; y ejecutivos del Grupo Popular. Todos coincidieron en algo: el país estaba en deuda con sus militares en materia de salud mental, y esta obra empieza a saldarla.
Con su apertura, la República Dominicana se coloca a la vanguardia en la región. Ningún otro país del Caribe o Centroamérica cuenta con un centro de este tipo dedicado exclusivamente a las fuerzas armadas y sus familias.
El mensaje final fue simple, pero contundente. Fernández Onofre lo resumió en una frase que se quedó resonando en el auditorio:
“Un soldado fuerte también necesita paz interior.”
Con el CISMENFFAA, las Fuerzas Armadas dominicanas dan un paso decisivo hacia una cultura de cuidado más humana. Porque detrás de cada uniforme hay una historia, una familia y una mente que también necesita descanso.
