Investigación buscara evaluar cómo el ambiente laboral y la carga horaria deterioran la salud de los maestros dominicanos.
Santo Domingo. El magisterio dominicano está al límite. Ante el notorio deterioro de las condiciones físicas y mentales que aquejan a los maestros del sistema público, la Asociación Dominicana de Profesores (ADP) ha decidido pasar a la ofensiva. El sindicato anunció el inicio de un estudio nacional exhaustivo para diagnosticar el estado de salud del profesorado y vincularlo directamente con su entorno laboral.
La investigación no será un trabajo improvisado. Su ejecución estará a cargo del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO), una red académica internacional con sede en Buenos Aires, lo que le otorga un peso y una rigurosidad científica al proyecto.
Al frente de la coordinación estará el doctor Gonzalo Basile, epidemiólogo, cuyo trabajo se enfocará en desentrañar la relación directa entre el trabajo en las aulas y la salud de quienes enseñan.
El estudio busca determinar cómo factores como la carga horaria, la exposición a violencias, los ambientes escolares y las carencias de infraestructura básica están impactando la vitalidad y la esperanza de vida del docente.
“Cómo trabajamos también define cómo nos enfermamos y morimos. No se trata de culpar a quien enseña, sino de reconocer los riesgos y transformar las condiciones que hoy afectan su salud física y mental”, afirmó Basile, poniendo el foco en la necesidad de un cambio estructural.
La metodología del diagnóstico
El presidente de la ADP, profesor Eduardo Hidalgo, detalló en el programa Orientación Magisterial que la investigación empleará una metodología mixta.
La fase cuantitativa incluirá una encuesta nacional que se aplicará en las 18 regionales de educación. La muestra inicial abarcará a 422 docentes, distribuidos proporcionalmente, aunque la capacidad territorial del sindicato permitirá ampliar esta cifra para lograr una representatividad aún mayor.
Documentación de riesgos en el aula