El gobierno estadounidense lamenta que Trump no fuera reconocido con el Nobel de la Paz
WASHINGTON — La Casa Blanca expresó este viernes su desacuerdo con la decisión del Comité Noruego de otorgar el Premio Nobel de la Paz a la dirigente opositora venezolana María Corina Machado, en lugar del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien había insistido en los últimos meses en que su gestión lo hacía merecedor del galardón.
El director de comunicaciones de la Casa Blanca, Steven Cheung, calificó la resolución del comité como una muestra de “cómo se ha puesto la política por encima de la paz”. En declaraciones a medios estadounidenses, aseguró que el comité “ha demostrado una vez más su sesgo al ignorar la labor de un líder con el corazón de un humanitario”.
“Nunca existirá otra persona como él, capaz de mover montañas por pura voluntad”, afirmó el propio Trump en un mensaje difundido por su equipo de campaña. Según el mandatario, continuará “negociando acuerdos de paz, terminando guerras y salvando vidas”, pese a no haber sido reconocido por el organismo escandinavo.
El Comité Noruego, por su parte, evitó responder directamente a las declaraciones del presidente estadounidense y de su entorno. En rueda de prensa desde Oslo, su presidente, Jorgen Watne Frydnes, recordó que la institución suele enfrentar “todo tipo de campañas y presiones mediáticas”, pero que sus decisiones se basan exclusivamente en los principios fundacionales del premio.
“Nos reunimos en una sala rodeada de retratos de todos los laureados, una sala que simboliza la valentía y la integridad”, señaló Frydnes. “El comité basa su veredicto únicamente en el trabajo y el espíritu del testamento de Alfred Nobel”.
El galardón a María Corina Machado, anunciado horas antes, reconoció su “incansable esfuerzo por promover los derechos democráticos del pueblo venezolano y su compromiso con una transición pacífica hacia la democracia”. La decisión, sin embargo, ha despertado reacciones divididas: mientras sectores internacionales la aplauden como símbolo de resistencia, en Washington ha reavivado el debate sobre la influencia política en las decisiones del Comité Nobel.
Para la Casa Blanca, la omisión de Trump representa una “oportunidad perdida para celebrar la diplomacia global”. Para el Comité Noruego, en cambio, la decisión busca “reafirmar la lucha de quienes defienden la libertad y la justicia, incluso en los contextos más adversos”.
