Con un sonido más visceral y orientado al club, el nuevo EP que sale el 21 de noviembre y promete elevar el techno a otro plano.
Kelly Lee Owens está de vuelta. Hoy estrenó en Londres ASCEND, un nuevo sencillo potente y etéreo, acompañado del anuncio oficial de su próximo EP, titulado simplemente KELLY, que verá la luz el 21 de noviembre. Y si este primer corte sirve de termómetro, se viene una entrega intensa, directa y diseñada para sudarse en la pista.
Con ASCEND, Kelly confirma por qué sigue siendo una figura clave dentro de la electrónica británica. El tema combina beats hipnóticos, sintetizadores con alma analógica y una carga emocional que se siente tanto en el cuerpo como en la cabeza. Es un track que busca —y logra— levantar, elevar, soltar. Según la propia Owens, su objetivo es traducir en sonido esas experiencias físicas colectivas que solo suceden en un club o en un festival.
«Este EP trata sobre encarnar el sonido», dice Kelly. «Me han atraído los sonidos que están en el límite: inquietantes, siniestros, incluso incómodos. Así me he sentido, y siento que el mundo también. Hay una tensión constante entre querer elevarse por encima del caos o dejarse caer en él».
KELLY será su proyecto más bailable hasta la fecha, un EP pensado para la noche, pero sin perder esa carga emocional y cultural que ha caracterizado su carrera. Después del éxito de Dreamstate, su cuarto álbum de estudio, Kelly sigue rindiendo homenaje a la vida nocturna como espacio vital: de resistencia, de comunidad, de liberación.
Pero su compromiso va más allá de la música. A través de iniciativas como sus camisetas Girls Love Techno o su colaboración con Music Venue Trust, Kelly ha utilizado su plataforma para impulsar la escena electrónica independiente, especialmente los espacios de club que sobreviven al margen del mainstream.
En el último año, ha estado en el centro del circuito electrónico mundial: giras como solista por Europa, Reino Unido y Estados Unidos; sets memorables en festivales como Glastonbury, Primavera Sound y Portola; y una presencia constante apoyando a nombres como The Chemical Brothers, Bicep y Caribou.
Todo esto, sin dejar de lado sus presentaciones en lugares menos comerciales, como el show gratuito que ofreció en el norte de Gales o su participación en el takeover de PARTYGIRL (Charli XCX) en Boiler Room x Amnesia.
Con KELLY, Owens no está simplemente siguiendo la ola: está marcando el ritmo. Está construyendo un nuevo lenguaje dentro del techno, uno que no le teme a lo oscuro, pero que siempre mira hacia lo colectivo. Uno que se baila con los pies, pero también con el pecho abierto.
