La falta de seis votos mantiene el bloqueo federal y endurece el choque por la sanidad
Nueva York.-El reloj corre y el Gobierno federal de Estados Unidos sigue paralizado. Por segunda vez en la semana, el Senado ha echado abajo una propuesta de ley de financiación temporal, condenando al shutdown a su décimo día. El intento de los republicanos por reabrir la Administración hasta el 21 de noviembre fracasó este jueves por apenas seis votos.
La medida, que buscaba mantener el gasto gubernamental en los niveles existentes, solo consiguió el apoyo de 54 senadores, quedándose corta del mínimo necesario. En la votación se repitió el patrón de la semana, aunque con una ligera grieta en la bancada demócrata: los senadores John Fetterman (Pensilvania), Catherine Cortez Masto (Nevada) y el independiente Angus King (Maine), que vota con los demócratas, rompieron filas para apoyar la reapertura.
La oposición, sin embargo, se mantuvo férrea. De hecho, el republicano Rand Paul (Kentucky) fue el único de su partido que votó en contra, una postura de línea dura que ya había mostrado este miércoles al oponerse a los polémicos poderes de guerra contra los cárteles propuestos por el presidente Donald Trump.
La batalla política se recrudece
Pese a la derrota, el líder de la mayoría republicana en el Senado, John Thune (Dakota del Sur), movió ficha de inmediato al presentar una moción de reconsideración. Esta táctica permite a su bancada volver a someter la medida a votación en cualquier momento que crean tener el viento a favor, manteniendo viva la presión.
No obstante, el líder de la minoría demócrata, Chuck Schumer, dejó claro que el tiempo juega a su favor. Centrado en defender la financiación de la sanidad pública, Schumer afirmó sin tapujos que cada día que pasa el impasse es "mejor" para su partido.
"Lo habíamos pensado con mucha antelación y sabíamos que la atención médica sería el tema central el 30 de septiembre y nos preparamos para ello", declaró al portal Punchbowl.
Estas declaraciones levantaron una polvareda política instantánea. El vicepresidente JD Vance tachó la postura de Schumer de "sentimiento vil", señalando en X: "Mejor para Schumer. Peor para los estadounidenses".
Thune devolvió el golpe, insistiendo en que la culpa recae en la oposición: "cuanto más se prolongue esto, más se dará cuenta el pueblo estadounidense de que los demócratas son los responsables de este cierre".
El costo humano de la parálisis
El senador demócrata por Connecticut, Chris Murphy, defendió la resistencia de su partido bajo un argumento de peso: el costo humano. Aunque reconoció que los cierres duelen, dijo que su trabajo es "proteger a este país de un deslizamiento hacia el autoritarismo y proteger a nuestros electores de enormes aumentos de costos".
Murphy fue directo al señalar la principal preocupación demócrata: “La gente morirá a finales de este año cuando 4 millones de personas pierdan su seguro médico”. Se refería a los riesgos que afrontan los programas de salud pública que están en el centro del debate presupuestario.
Aunque los republicanos controlan ambas cámaras, su limitada mayoría en el Senado da a los demócratas el margen necesario para presionar en áreas sensibles como el Obamacare, un programa que la Administración Trump ha atacado con vehemencia en medio de una retórica migratoria endurecida. La pelea por el presupuesto se ha convertido, de nuevo, en una feroz disputa ideológica con millones de ciudadanos atrapados en el fuego cruzado.