Una remontada liderada por Judge y Chisholm mantiene con vida al Bronx
NUEVA YORK. — Cuando parecía que todo estaba perdido y la escoba de los Blue Jays ya estaba en el aire, los Yankees de Nueva York sacaron el pecho y respondieron como el equipo grande que son, ganando 9-6 el martes en el Yankee Stadium, evitando la barrida y forzando al menos un cuarto partido en esta intensa Serie Divisional de la Liga Americana.
La noche empezó torcida para los locales. Toronto salió agresivo desde el primer pitcheo, y en un abrir y cerrar de ojos ya estaban ganando 6-1 en el tercer episodio. Vladimir Guerrero Jr. encendió la chispa con un jonrón en el primer inning que trajo dos carreras, y la ofensiva azul no quitó el pie del acelerador. En la tercera entrada, aprovecharon cada error defensivo y cada pitcheo mal ubicado para fabricar un rally que puso a los Yankees contra la pared y al borde de la eliminación.
Pero los Bombarderos del Bronx no se rinden fácil, y menos en su casa y ante casi 48 mil fanáticos que no dejaron de empujar desde las gradas. Aaron Judge, como tantas otras veces, fue el líder emocional y ofensivo del equipo. Con un doble impulsó la primera carrera del equipo y luego, en la cuarta entrada, sacó un cañonazo de 373 pies por el jardín izquierdo que empató el juego 6-6, en un momento que sacudió los cimientos del estadio.
Giancarlo Stanton y Ben Rice también aportaron con elevados de sacrificio que trajeron carreras al plato, pero el batazo decisivo vino del guante de Jazz Chisholm Jr., quien desapareció la pelota en el quinto inning para darle la ventaja definitiva a los Yankees. Ese jonrón no solo cambió el marcador, también cambió el ánimo en el estadio y hasta el rumbo emocional de la serie.
Del otro lado, Toronto dejó escapar una ventaja amplia y mostró muchas grietas. El abridor Shane Bieber lució incómodo desde el segundo episodio, y el relevo tampoco estuvo a la altura. Sumado a eso, la defensa cometió errores que terminaron pasando factura. A pesar de un buen inicio ofensivo, los Blue Jays se fueron apagando a medida que los Yankees tomaban confianza.
Ahora la serie está 2-1 todavía a favor de Toronto, pero con la energía renovada de unos Yankees que mostraron carácter y hambre de campeonato. El cuarto juego está pautado para este miércoles, otra vez en el Bronx, y promete ser una batalla de vida o muerte para ambas novenas.
No Lo que parecía una despedida se convirtió en resurrección. Los Yankees siguen en pie.