Blue Jays ganan 5-2 en el Bronx y se citan en la ALCS tras un 3-1 en la serie.
El Yankee Stadium fue escenario de un entierro deportivo. Los Toronto Blue Jays llegaron al Bronx sin intención de extender la serie y lo dejaron claro desde el primer lanzamiento este miércoles. Con una victoria sólida de 5-2 en el Juego 4, sellaron su boleto a la Serie de Campeonato de la Liga Americana y mandaron a los Yankees a casa con la cabeza gacha y la temporada terminada.
Toronto se llevó la serie 3-1. Sin necesidad de dramatismo. Sin dar margen a milagros. Simplemente jugaron mejor.
El único suspiro de los Yankees fue el tercer juego el martes , una noche loca de batazos que terminó 9-6 a su favor y les dio una bocanada de aire. Pero esa chispa fue solo eso: un fogonazo breve. En el cuarto y definitivo, los Blue Jays volvieron a la carga con el temple de un equipo que sabe lo que quiere y cómo conseguirlo.
El lineup canadiense fue paciente, selectivo y preciso. La ofensiva no necesitó fuegos artificiales; bastó con golpear en los momentos clave. Sumaron carreras sin regalar outs y le pusieron presión constante a un pitcheo local que nunca encontró el ritmo. Mientras tanto, el brazo abridor de Toronto se encargó de silenciar bates y desinflar ánimos desde temprano.
El golpe fue seco. Nada de finales cardíacos. Nada de esperanza. Solo una victoria clara que sonó como portazo en la cara.
Lo más doloroso para los Yankees no fue la eliminación en sí, sino cómo se dio: en su casa, frente a su gente, y sin pelea. Tras coquetear con la remontada, volvieron a ser ese equipo inconsistente que dejó dudas toda la temporada. Ahora viene la larga espera del invierno, con muchas decisiones por tomar y la frustración de otra campaña que prometía más de lo que entregó.
Del otro lado, Toronto sigue construyendo una narrativa seria. No es un equipo de moda ni una sorpresa. Es una novena con talento, actitud y hambre. Vuelven a una ALCS por primera vez desde 2016 y lo hacen con argumentos, no con suerte. Vladimir Guerrero Jr. comanda una ofensiva que sabe castigar, y el cuerpo de lanzadores ha respondido cuando más se necesita.
Antes de que los Yankees siquiera se acercaran al plato la noche del miércoles en El Bronx, Guerrero ya había puesto a los Azulejos arriba 1-0 con un sencillo pegado a la línea del jardín derecho. La cara de la franquicia ha cargado con el equipo —y con el país— sobre sus hombros.
Los Blue Jays están listos. Los Yankees, eliminados. Así de claro. Así de brutal. Porque en octubre, el béisbol no perdona.