Tribunal condena a Wellintong Hernández a prisión y a pagar $3 millones por matar a Bonilla Uceta.
SANTO DOMINGO. Un tribunal colegiado de Santiago ha dictado una sentencia firme y ejemplar de 30 años de prisión mayor contra un hombre que, tras varios intentos fallidos, logró finalmente asesinar a su víctima a puñaladas.
Wellintong Hernández fue hallado culpable de la muerte de Saúl Alexander Bonilla Uceta, ocurrida en 2021 en el sector Los Guandules, de Hato del Yaque, y de la tentativa de asesinato contra un pariente de la víctima.
La condena del Segundo Tribunal Colegiado de Santiago no solo fue por la pena máxima de reclusión, sino que también impuso a Hernández el pago de una indemnización de RD$3.0 millones a favor de la víctima sobreviviente y los familiares del fallecido.
Este resarcimiento fue gestionado por los abogados del Servicio Nacional de Representación Legal de los Derechos de las Víctimas (Relevic), una unidad del Ministerio Público que garantiza asistencia legal gratuita a quienes no pueden costearla.
La obsesión del crimen
El expediente de la acusación revela la persistente intención criminal del condenado. El crimen no fue un acto impulsivo, sino el culmen de una agresión planificada.
En septiembre de 2021, Wellintong Hernández, en compañía de dos prófugos identificados como José Julio ("el Gordo") y otro hombre conocido como "Colita", se presentó donde estaban las víctimas e inició un ataque a tiros.
Sorprendentemente, y a pesar de la agresión, las víctimas Saúl Alexander Bonilla Uceta y José Alberto Bonilla Mercedes ("Dary") resultaron ilesas del asalto inicial.
Ante el fracaso del intento con armas de fuego, Hernández regresó al mismo lugar con un punzón. Fue entonces cuando atacó directamente a Saúl Alexander Bonilla Uceta, infligiéndole múltiples heridas de arma blanca que resultaron fatales. La víctima fue trasladada a un centro de salud, donde lamentablemente se confirmó su deceso.
El ensañamiento del agresor: pruebas forenses y el rigor legal
La acusación del Ministerio Público, sustentada por el fiscal litigante Pedro Martínez, fue acogida por el tribunal, integrado por los jueces Kimberly Tatis, Esther Reyes y Luis Ernesto Torres.
El órgano investigador presentó un sólido cúmulo de evidencias, incluyendo elementos periciales recolectados en la escena, testimonios cruciales y pruebas documentales.
El Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif) confirmó que las heridas de arma blanca fueron la causa directa de la muerte de Bonilla Uceta.