Seattle venció 8-4 a Detroit en Comerica Park y tomó ventaja de 2-1
Los Seattle Mariners no dieron tregua este martes en Comerica Park. Con una ofensiva oportuna y errores costosos del rival, se impusieron 8-4 a los Detroit Tigers y se fueron arriba 2-1 en la serie.
Desde el primer inning, Seattle dejó claro que no vino a pasear. Un sencillo de J.P. Crawford al jardín izquierdo puso en movimiento el marcador. Víctor Robles aprovechó para anotar tras el impreciso tiro de Riley Greene, que además permitió que Crawford llegara a segunda. De inmediato, Randy Arozarena conectó una línea al central y remolcó a Crawford para el 2-0.
Detroit pidió revisión alegando que tocaron al corredor, pero el reto fue negado. La jugada se mantuvo y el daño ya estaba hecho.
La ventaja siguió creciendo en la parte alta del cuarto. Eugenio Suárez se fue profundo con un batazo entre el izquierdo y el central, su primer jonrón de la serie. El batazo elevó la ventaja a 3-0 y disparó la probabilidad de victoria de los Mariners a más del 82%.
Los Tigers reaccionaron tarde. En la parte baja del sexto, lograron descontar con un par de carreras, pero Seattle respondió con un rally de cuatro en el séptimo que prácticamente selló el juego. La defensa de Detroit no ayudó: entre errores de tiro y falta de comunicación en los jardines, dejaron escapar cualquier oportunidad de remontar.
El bullpen de Seattle también hizo su trabajo. Aunque permitieron dos carreras en la octava, cerraron el noveno sin complicaciones.
La actuación de Suárez fue clave: además del jonrón, lució sólido en tercera. Arozarena también tuvo un buen juego, y el bateo oportuno apareció cuando más se necesitaba.
Detroit tendrá que buscar respuestas rápido si quiere igualar la serie. El margen de error se les achica. La defensa necesita ajustes y su pitcheo tiene que contener mejor los turnos claves de Seattle.
Por ahora, los Mariners tienen el control y la confianza. Una victoria más los pondría a un paso de cerrar la serie. Y si algo quedó claro este martes, es que no piensan aflojar.
El cuarto juego está programado para este miércoles, nuevamente en Comerica Park. Los Tigers están contra la pared. Seattle, en cambio, huele sangre.