Diez universidades midieron su talento en ciberseguridad, en una jornada que combinó destreza técnica y formación práctica.
SANTO DOMINGO.- El mundo digital tiene una nueva trinchera para formar a sus defensores. El Banco Popular Dominicano dio su respaldo a la primera competencia interuniversitaria de “hacking ético” celebrada en el país, un evento donde estudiantes de diez casas de estudios demostraron que la creatividad y el ingenio son armas clave para blindar la información.
Bautizada como CTF Interuniversitaria 2025, la justa fue organizada por la firma Pentraze Cybersecurity en colaboración con el Instituto Tecnológico de las Américas (ITLA). Lejos de ser un curso teórico, el formato CTF (Capture The Flag) sumergió a los equipos en un campo de batalla digital. Durante horas, se enfrentaron a retos de criptografía, análisis forense y explotación de vulnerabilidades, simulando escenarios reales que desafían a los expertos en seguridad informática a nivel global.
Para el Banco Popular, este apoyo no es un acto aislado. Diego Laverde, vicepresidente del Área de Seguridad de la Información de la entidad financiera, dejó clara la apuesta. “La ciberseguridad ya no es un tema accesorio; es un pilar de la planificación estratégica de cualquier organización. En el Popular, la situamos en el centro de nuestra gestión de riesgos”, afirmó durante la premiación. Su mensaje conecta con una realidad: en un país cada vez más digitalizado, formar talento local en este campo es una necesidad urgente.
Por su lado, Huáscar Tejeda, presidente ejecutivo de Pentraza, vio en la competencia algo más que un duelo técnico. “Esta fue una plataforma de descubrimiento y empoderamiento. Creamos la oportunidad que nosotros mismos hubiéramos querido tener cuando empezábamos en los años 90”, comentó. Para Tejeda, el evento sirvió para confirmar el alto nivel y la pasión que existe en las aulas dominicanas.
El podio lo coronó el equipo del Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC), que se alzó con el primer lugar. En la segunda posición quedó el Instituto Tecnológico de las Américas (ITLA), mientras que la Universidad del Caribe (UNICARIBE) logró el tercer puesto. Los ganadores no solo recibieron premios en metálico y equipos tecnológicos, sino también algo quizás más valioso: la visibilidad para acceder a oportunidades de desarrollo profesional en un sector en plena expansión.
Más que una competencia, el evento funcionó como un semillero. Demostró que en las universidades dominicanas hay talento con el potencial y la astucia necesarios para proteger los activos digitales del mañana.