Sentencia contra un agente que ultimó a un hombre con su arma de reglamento
SANTO DOMINGO.- La justicia dominicana ha enviado un mensaje claro contra el abuso de poder dentro de las fuerzas del orden. Un tribunal del Distrito Nacional condenó a 20 años de prisión a un sargento de la Policía Nacional que utilizó su arma de reglamento para matar a un hombre en el barrio Enriquillo, del Kilómetro 8 de la carretera Sánchez.
El sargento Víctor Manauris Constanza Yens fue encontrado culpable del asesinato de Luis Orlando Gil, en un hecho ocurrido el 11 de diciembre de 2022. La sentencia, dictada por el Primer Tribunal Colegiado del Distrito Nacional, revalida la postura del Ministerio Público de perseguir con rigor los crímenes cometidos por agentes del orden.
El uso agravado del cargo
El tribunal, presidido por las juezas Tania Yunes, Giselle Naranjo y Emely Bruno, declaró a Constanza Yens culpable de violar los artículos 295 y 304, párrafo II, del Código Penal Dominicano. Estos artículos sancionan el homicidio voluntario agravado, una calificación crucial ya que el sargento actuó en perjuicio de la víctima utilizando su cargo oficial y, específicamente, su arma de reglamento, una pistola Taurus calibre 9 milímetros.
La contundencia de las pruebas presentadas por la fiscal litigante Yelianny Polanco y el director de la investigación, Orlando Antonio Santos Ramírez, fue determinante.
Pruebas clave en el expediente
El expediente se sustentó en pruebas documentales, periciales y testimoniales que no dejaron dudas sobre las circunstancias del crimen y la responsabilidad del agente.
- Informe de Autopsia: El Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif) confirmó que la víctima falleció a causa de heridas provocadas por proyectil de arma de fuego, según el informe No. SDO-A-I232-2022.
- Prueba Balística: Esta fue la evidencia técnica crucial. La pericia balística corroboró que uno de los casquillos recuperados en la escena del crimen coincidía plenamente con el arma asignada al sargento Constanza Yens. De hecho, el tribunal destacó que el otro casquillo hallado no correspondía a ninguna de las armas de los demás policías presentes.
La sentencia no solo impuso la pena carcelaria. El sargento condenado deberá pagar, además, cinco millones de pesos como indemnización a favor de la parte querellante, reconociendo el daño causado a los familiares de la víctima.
La condena de 20 años deberá cumplirse en el Centro de Operaciones Especiales de Manoguayabo, en Santo Domingo Oeste. Con esta decisión, la justicia pone el foco en la responsabilidad individual de los uniformados y la necesidad de tolerancia cero ante el abuso de autoridad con resultados fatales.