El 42% de los soldados muertos tenía menos de 21 años, según defensa israelí
Las autoridades israelíes confirmaron este lunes que más de 1.100 agentes de seguridad han perdido la vida en combate desde los ataques del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) ocurridos el 7 de octubre de 2023, una cifra que refleja la magnitud humana del conflicto que sigue sin cerrar sus heridas.
El Ministerio de Defensa de Israel detalló que desde aquel día, 1.152 efectivos de distintas fuerzas —entre ellos miembros del Ejército, la Policía, el Shin Bet y unidades especiales— han muerto en operaciones desarrolladas en Gaza, Cisjordania y la frontera con Líbano, recoge Europa Press.
Una generación truncada por la guerra
Más allá del número total, hay un dato que sacude: el 42% de los fallecidos (487 agentes) eran menores de 21 años. Jóvenes que, en su mayoría, apenas habían ingresado al servicio militar obligatorio y que cayeron en las primeras líneas del conflicto.
Otros 141 superaban los 40 años, una minoría que muestra la diversidad de edades dentro de las fuerzas israelíes desplegadas en el frente.
El informe se publica justo un día antes del segundo aniversario de los ataques de Hamás, que dejaron alrededor de 1.200 israelíes muertos y 250 secuestrados, según cifras oficiales. Aquella ofensiva, considerada la más violenta en décadas, desencadenó una respuesta militar masiva sobre la Franja de Gaza, que hasta la fecha ha causado más de 67.000 palestinos muertos y 169.000 heridos, según fuentes locales.
El número de víctimas israelíes se ha incrementado en los últimos meses debido a la prolongación de los combates en Gaza, donde las operaciones urbanas siguen siendo un desafío para las tropas.
A esto se suma la tensión creciente en la frontera norte, donde las fuerzas israelíes mantienen enfrentamientos esporádicos con milicias de Hezbolá en territorio libanés.
Un conflicto que no cede terreno