Donald Trump viene de sobrevivir a dos atentados antes de llegar a la presidencia de los EE.UU.
La situación política y económica a lo interno de los Estados Unidos es cada vez más complicada, impredecible y peligrosa.
A lo externo, ni hablar. La lucha por el control geopolítico global es cerrada y frontal frente a Rusia y China.
Quedemos en lo interno por ahora.
La conspiración contra Donald Trump, como figura política y líder influyente dentro del Partido Republicano, no cesa.
Como primer mandatario de la nación, tampoco.
Recordemos el extraño incidente ocurrido a Trump al ingresar al edificio de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Justo cuando se encontraba parado sobre una escalera que se movía de forma ascendente rumbo al Salón de la Asamblea General del organismo, esta se detuvo bruscamente.
Gracias a su agilidad y a la de su esposa Melania Trump, evitaron caer de bruces sobre los peldaños de metal dentados bajo sus pies.
A sus edades, Trump 79 y Melania 55, una caída sobre filosos peldaños metálicos era para sacarlos de la Casa Blanca sin regreso.
Acorde con la física, la inercia es la resistencia ofrecida por un cuerpo a la alteración de su estado en reposo o movimiento.
Si un vehículo se conduce a alta velocidad y frena bruscamente, notamos de inmediato que el conductor y acompañantes se mueven bruscamente hacia adelante producto de la fuerza de la inercia.
No hay escusas para que esta “falla” sucediera. Las escaleras eléctricas se caracterizan por integrar un sofisticado mecanismo con los más altos estándares de seguridad y eficiencia para su funcionamiento.
Este hecho no se produjo en los demás jefes de gobiernos participantes a la ONU, solo al presidente Trump quien no perdió tiempo en calificar el incidente de un “sabotaje” en su contra.
Donald Trump viene de sobrevivir a dos atentados antes de llegar a la presidencia de los EE.UU., uno de los cuales sobrevivió milagrosamente el año pasado en plena campaña electoral.
Ya hay quienes interpretan que el asesinato de Charlie Kirk en la Universidad del Valle de Utah, uno de sus mejores colaboradores políticos, fue un mensaje maléfico indirecto a Trump por parte de sus conspiradores.
La conspiración contra su administración por parte de los lideres del Partido Demócrata está en marcha desde el mismo momento en que, luego de su juramentación, se sentó en la silla presidencial de la Casa Blanca el 6 de enero pasado.
Donald Trump ha demostrado a sus contrincantes demócratas que en este segundo periodo gubernamental no ha venido a coger al toro por los cuernos, sino al burro mañoso de frente agarrándolo por las orejas.
La ejecución de su plan de gobierno de recortar fondos federales a las agencias que ayudan a millones de indocumentados con seguro médico, cupones de alimentos y viviendas no le ha agradado en nada a los demócratas.
Es por ello por lo que centraron su lucha en no aprobar en el Congreso el presupuesto que permitiría el financiamiento federal de la administración Trump.
Esta postura congresual provoco un cierre forzado de gobierno que obliga a Trump por segunda vez, en dos periodos presidenciales diferentes, a despedir a miles de empleados federales y agencias gubernamentales.
El primer cierre de gobierno forzado fue en la primera administración de Trump (2016-2020) que reclamaba fondos para levantar el muro fronterizo.
Esta vez es para obligar a Trump a cambiar su política antinmigrante, esa que puso en ejecución desde que asumió el poder en la Casa Blanca en enero pasado y que el pueblo estadounidense aprobó con su voto mayoritario en noviembre de 2024.
Los demócratas quieren dar marcha atrás a los recortes de Trump a los programas de salud de Medicare y Medicaid que benefician cobertura médica de forma indirecta amillones de inmigrantes indocumentados, algo que ellos defienden con una bandera solidaria, humanista y ventajosamente politiquera.
Para la admiración Trump lo importante para este su segundo mandato presidencial es bajar la astronómica deuda federal que asciende a unos 37 billones de dólares con ingresos provenientes de la implementación de nuevos aranceles a la importación y la reducción a cualquier costo del gasto público interno.
La batalla política entre demócratas y republicanos es cada día más intensa y fuerte, pero, lamentablemente está acompañada de conspiraciones peligrosas que enrumban a los EE.UU. a un futuro incierto.