El país ratifica el convenio 156 para promover la igualdad laboral y familiar
La República Dominicana ha dado un paso de gigante en la agenda laboral, consolidando su compromiso con la equidad y el trabajo decente. En el marco de la 20ª Reunión Regional Americana de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el ministro de Trabajo, Eddy Olivares, entregó formalmente el instrumento de ratificación del Convenio 156 de la OIT, que trata sobre los trabajadores con responsabilidades familiares.
El documento fue recibido por el director general del organismo, Gilbert Houngbo, en un acto que sella un compromiso fundamental del país con la igualdad de oportunidades y de trato entre hombres y mujeres en el ámbito laboral.
La ratificación de este convenio es una declaración de que las responsabilidades familiares no pueden ser una barrera para el desarrollo profesional. Así, el Gobierno busca activamente facilitar la conciliación de la vida laboral y familiar, entendiendo que es un pilar esencial para la promoción del trabajo decente y, por ende, para una mayor inclusión social.
Un avance por la equidad y la justicia
El ministro Olivares subrayó la importancia de este logro, afirmando que la ratificación del Convenio 156 “representa un avance significativo en la construcción de una sociedad más equitativa y justa”.
Para el ministro, esta medida asegura que el cuidado y las responsabilidades familiares dejen de ser un factor de discriminación o un obstáculo insalvable para el acceso, permanencia o desarrollo en el empleo.
Indica que esta acción se enmarca en la línea de trabajo del gobierno del presidente Luis Abinader, que ha priorizado el fortalecimiento de las políticas de igualdad de género y la necesaria corresponsabilidad familiar en el ambiente de trabajo.
El Convenio 156, adoptado por la OIT en 1981, es una herramienta internacional diseñada para proteger a una parte crucial de la fuerza laboral. Su principio central es simple, pero poderoso que los trabajadores y trabajadoras que tienen responsabilidades familiares deben poder ejercer su derecho al empleo sin ser discriminados.
Para lograr ese objetivo, el convenio obliga al Estado a adoptar políticas nacionales que ayuden a los empleados a equilibrar sus obligaciones en casa con sus responsabilidades laborales.
Los efectos en la vida diaria
En la práctica, la ratificación de este instrumento internacional sienta las bases legales para implementar o fortalecer medidas que faciliten la vida de los padres y madres trabajadores. Esto incluye, potencialmente, la mejora de los sistemas de licencias parentales, la promoción de horarios de trabajo más flexibles o la provisión de servicios de cuidado infantil.
La República Dominicana se une así al grupo de naciones que reconocen formalmente que la carga del cuidado no debe recaer de manera desigual, un paso que moderniza el marco legal laboral y pone al país en sintonía con las mejores prácticas internacionales de equidad de género.
El objetivo es que, en el futuro cercano, nadie deba elegir entre el sustento de su familia y el cuidado de la misma.