Azulejos y Cerveceros sorprenden con dos victorias que hacen ruido
Los playoffs de Grandes Ligas arrancaron a ritmo de fuetazos, y el primer día no dejó espacio para dudas: aquí nadie vino a relajar. Milwaukee y Toronto se encargaron de prender la mecha con dos palizas que dejaron tambaleando a dos históricos —los Cachorros de Chicago y los Yankees de Nueva York— en un sábado de pura candela.
Cerveceros dan primero… pero pierden una pieza clave
La acción en la Liga Nacional comenzó con una sacudida inesperada. Los Cerveceros de Milwaukee salieron como una tromba y noquearon temprano a los Cachorros con una ofensiva de nueve carreras en apenas dos innings. El marcador final fue 9-3, pero la historia del juego se escribió en los primeros minutos.
Seis carreras en la primera entrada dejaron frío al Wrigley Field. Luego llegaron tres más en el segundo, y para ese momento ya Chicago estaba en modo supervivencia. Freddy Peralta no necesitó mucho más: se fajó por 5.2 entradas, ponchó a nueve y mantuvo el juego bajo control. Aunque le conectaron dos jonrones solitarios, jamás perdió el dominio del juego.
Pero no todo fue celebración. La gran mancha en la victoria cervecera fue la salida de Jackson Chourio, la joya dominicana que venía encendido con tres hits en igual número de turnos. En la segunda entrada sintió molestias en el tendón de la corva y tuvo que abandonar. La preocupación es real. Ganar está bien, pero perder a un talento así en plena postemporada podría salir caro más adelante.
Aun así, Milwaukee manda en la serie 1-0 y mandó un mensaje claro: este equipo está para más que simplemente participar.
Los Azulejos le pasaron por encima a los Yankees
Del otro lado, en la Liga Americana, los Azulejos de Toronto salieron sin complejo y le dieron una salsa de 10-1 a los Yankees, en el Rogers Centre, frente a una fanaticada que no ganaba un juego de playoffs desde hace nueve años.
Fue una humillación pública para los Mulos del Bronx, que no recibían una pela así en postemporada desde 2018. Vladimir Guerrero Jr. puso el tono desde temprano con un cuadrangular en el primer inning y desde ahí la ofensiva canadiense no bajó el ritmo.
El momento más dramático llegó en el sexto episodio, cuando los Yankees llenaron las bases sin outs. La amenaza era real, el comeback parecía cerca. Pero el relevista Louis Varland se creció: permitió una sola carrera y luego ponchó a Giancarlo Stanton para cerrar la entrada y matar el rally. Fue como un balde de agua fría en pleno diciembre.
Toronto no solo ganó, dominó con autoridad y calló al rival que más veces ha levantado trofeos. Tomaron la delantera 1-0 en la serie y dejaron claro que esta vez vienen con hambre.
Los Yankees, por su parte, tendrán que buscar aire rápido. Si no reaccionan en el Juego 2, se les puede ir la serie por el barranco. Los playoffs arrancaron sin piedad y aquí no hay espacio para respiros.