Adriana Ángel Forero y Mónica Rodríguez apuestan por formar lectores desde pequeños
SANTO DOMINGO. – Entre libros, charlas y pasillos llenos de estudiantes, la Feria Internacional del Libro Santo Domingo 2025 (FILSD) vivió un momento de reflexión profunda sobre el papel de la lectura en la formación de las nuevas generaciones. Adriana Ángel Forero, directora de la Feria Internacional del Libro de Bogotá (FILBo), y la escritora española Mónica Rodríguez, compartieron sus perspectivas en un conversatorio con periodistas, escritores y promotores culturales.

El diálogo giró en torno a un punto clave: formar lectores desde la niñez. Y no se habló solo desde la teoría. Ambas invitadas llevan años trabajando con libros, lectores y espacios culturales en sus respectivos países. Ángel Forero, que además de directora de la FILBo es comunicadora y gestora cultural, dejó claro que este tipo de eventos literarios no solo deben servir para vender libros o presentar autores. Para ella, el objetivo va más allá.
“Los niños y jóvenes que recorren estas ferias deben salir con algo más que un folleto. Queremos que se conviertan en lectores, que se acerquen al libro con curiosidad y gusto. Eso se logra formando públicos, no de manera ocasional, sino como parte de una política cultural constante”, afirmó.
La directora colombiana resaltó también el papel de la FILBo como un punto de encuentro internacional donde se construyen puentes entre culturas, lenguas y generaciones. Según dijo, ese mismo espíritu lo ha sentido en la FILSD, lo que refuerza la idea de que las ferias del libro en Latinoamérica están evolucionando hacia espacios más vivos, inclusivos y educativos.
Por su parte, la escritora Mónica Rodríguez, conocida por su trabajo en literatura infantil y juvenil, subrayó la importancia de la cercanía con sus lectores. “Los niños no son lectores del futuro, son lectores del presente. Por eso es vital que los eventos literarios piensen en ellos, les abran espacios, les hablen en su idioma y los escuchen”, dijo con énfasis.
Rodríguez, quien también ha participado en la feria de Bogotá, comparó ambos eventos y valoró el esfuerzo dominicano por consolidar un espacio para el libro que no pierda de vista su rol social. En su intervención, también lanzó una alerta: el mundo digital está compitiendo fuerte por la atención de la infancia, y los libros deben encontrar formas más cercanas de conectar con ellos.
Adriana Ángel, por su parte, agregó un dato interesante: en América Latina, el libro digital sigue teniendo un consumo muy bajo, por debajo del 2 %. “La gente sigue queriendo tener el libro físico, olerlo, subrayarlo, ponerlo en su biblioteca. El libro como objeto tiene un valor que no ha sido reemplazado por la tecnología”, afirmó.
Al final, ambas invitadas coincidieron en lo esencial: formar lectores no es tarea exclusiva de la escuela ni del hogar, es un trabajo colectivo donde ferias como la de Santo Domingo tienen un papel clave. Y mientras más temprano se inicie ese contacto con la lectura, mejores ciudadanos se estarán formando.
La FILSD 2025 continúa demostrando que el libro, más que un producto cultural, es una herramienta de transformación.