El grupo palestino vincula el canje masivo de prisioneros a un acuerdo de alto el fuego permanente y la retirada israelí.
La guerra en Gaza podría haber entrado en un punto de inflexión potencial tras la reciente declaración de Hamás. El grupo islamista ha afirmado estar dispuesto a liberar a la totalidad de los rehenes que mantiene cautivos en la Franja de Gaza.
Sin embargo, esta propuesta está supeditada a un conjunto de demandas radicales que incluyen un alto el fuego permanente y la liberación de un número significativo de prisioneros palestinos.
La declaración, que llega en medio de intensas negociaciones mediadas por Egipto y Catar, representa la primera vez que Hamás establece públicamente una condición tan amplia para el destino de todos los secuestrados. Previamente, las discusiones se habían centrado en canjes parciales, principalmente de mujeres, niños y personas enfermas.
Las exigencias centrales de Hamás
Según fuentes cercanas a las negociaciones, el plan presentado por Hamás articula dos exigencias principales que han sido, hasta ahora, los mayores escollos en las conversaciones:
- Alto el Fuego Permanente: El grupo exige un compromiso definitivo e incondicional por parte de Israel para poner fin a la ofensiva militar en Gaza. Esta demanda choca directamente con la postura israelí, que insiste en que las operaciones continuarán hasta la "eliminación total" de la capacidad militar y administrativa de Hamás.
- Liberación de Prisioneros Palestinos: A cambio de la liberación total de los rehenes, Hamás demanda la excarcelación de miles de prisioneros palestinos, incluyendo aquellos condenados por delitos graves y figuras políticas de alto perfil.
La Posición de Israel
El gobierno israelí, que ha enfrentado una presión interna y externa cada vez mayor para asegurar el retorno de los rehenes, aún no ha respondido oficialmente a la propuesta completa de Hamás, pero la reacción inicial de sus líderes ha sido de escepticismo y cautela.
Mientras el retorno de los secuestrados es una prioridad nacional absoluta, aceptar un alto el fuego permanente y la retirada completa de Gaza significaría, para Israel, abandonar los objetivos declarados de su operación militar.
Analistas políticos en Tel Aviv señalan que el primer ministro y su gabinete probablemente verán la propuesta como un intento de forzar la rendición israelí en la mesa de negociaciones.
El portavoz de las familias de los rehenes, por su parte, ha instado a la comunidad internacional a presionar para que esta oferta se concrete, aunque manteniendo una prudente esperanza ante el historial de estancamiento en las conversaciones.
Las capitales mediadoras, como El Cairo, han redoblado sus esfuerzos en las últimas horas para acortar la distancia entre las posturas.
La propuesta de liberación total de rehenes abre una ventana de oportunidad, pero la rigidez en las condiciones de Hamás asegura que las negociaciones por el alto el fuego seguirán siendo extremadamente delicadas.
El mundo espera ahora la respuesta oficial de Israel y la posibilidad de que este anuncio se traduzca en un acuerdo real.