Líder comunitaria denuncia cierres "arbitrarios" y clima de incertidumbre para la diáspora china
Santo Domingo. La comunidad china en República Dominicana está al borde del colapso. Rosa NG, líder comunitaria y figura clave en la diáspora, ha lanzado una dura denuncia: los comerciantes de origen asiático viven un clima de incertidumbre y acoso institucional sin precedentes, marcado por el cierre masivo de negocios sin que medie aviso previo ni opción a regularización.
NG criticó que múltiples entidades del Estado están actuando de manera descoordinada y con un rigor excesivo, creando un ambiente hostil que amenaza con ahuyentar la inversión de origen asiático.
En declaraciones explosivas en el programa Propuesta de la Noche, la ex representante comercial en China describió una ofensiva coordinada. Los comerciantes están siendo objeto de intervenciones simultáneas por parte de la DGII (Impuestos), Aduanas, MIVE (Vivienda), Pro Consumidor, Salud Pública y Migración.
“Es como si todo el gobierno estuviera encima de los negocios chinos. Lo único que falta es que nos den palo”, expresó con indignación. Lo que más indigna a NG es la práctica de clausurar locales de inmediato, sin la notificación previa o los procesos administrativos que permitan a los dueños subsanar las supuestas irregularidades.
Cierres por excusas subsanables
Muchos de los comercios afectados, explicó NG, llevan años operando, han cumplido con permisos municipales e incluso son propietarios de los inmuebles.
“El argumento más común es la falta de un estudio de vulnerabilidad estructural, pero eso es algo que puede resolverse sin necesidad de cerrar. Aquí medio país tendría que estar clausurado si se aplicaran esos mismos criterios a todos por igual”, denunció, sugiriendo un trato desigual.
El impacto es mucho más profundo que un simple cierre de persiana; es una catástrofe social. “Hay empresas con 200, 300, hasta 500 empleados. Estas personas se quedan sin ingresos, y no pueden siquiera sacar la mercancía del puerto para vender y pagar nómina. Es como si quisieran que se quiebren”, sostuvo la líder.
NG, una de las fundadoras del Barrio Chino de Santo Domingo, lamentó que este espacio, creado para fortalecer el vínculo cultural y económico, sea hoy víctima de vandalismo y falta de respaldo institucional, sumándose ahora a la ofensiva contra los negocios aledaños.
La preocupación llega a la Embajada
La crisis ha escalado hasta la arena diplomática. Rosa NG confirmó que la Embajada de la República Popular China ha solicitado reuniones y expresado su creciente inquietud ante las instituciones dominicanas. "Son inversiones de sus nacionales. Este tipo de situación daña la imagen del país y la confianza", advirtió.
La líder insiste en que los comerciantes chinos no se niegan a cumplir con la ley. “Están dispuestos a corregir, a pagar lo que deban, pero esto no puede hacerse con atropello. Lo que se necesita es diálogo, no cierres arbitrarios”, reclamó.
Finalmente, hizo un llamado directo al presidente de la República para que intervenga personalmente. “Aquí no se está persiguiendo el delito, se está debilitando un sector productivo. Y si se sigue por ese camino, se perderá mucho más que impuestos: se perderá confianza y se ahuyentará la inversión extranjera”, concluyó.