17 militares han sido retenidos tras la emboscada violenta en Cotacachi, Imbabura.
El pulso entre el Gobierno ecuatoriano y las organizaciones indígenas alcanzó un punto crítico este lunes. En el octavo día del paro nacional indefinido, un convoy con ayuda humanitaria fue atacado violentamente en Cotacachi, provincia de Imbabura. La gravedad del incidente reside en un detalle escalofriante: el convoy estaba encabezado por el propio presidente, Daniel Noboa, y varios de sus ministros.
El ataque se produjo de manera "inesperada", según explicó en rueda de prensa la portavoz del Gobierno, Carolina Jaramillo. Unos 100 vehículos militares y civiles que conformaban el convoy fueron emboscados por alrededor de 350 personas, quienes lanzaron cócteles molotov contra los vehículos.
La situación derivó en un secuestro. El convoy estaba escoltado por unos 50 militares, de los cuales 17 se encuentran ahora retenidos por los asaltantes.
Jaramillo confirmó que, además del presidente Noboa, en el convoy viajaban los ministros de Defensa, John Reimberg, y de Gobierno, Giancarlo Loffredo, junto a importantes representantes internacionales, incluyendo el nuncio apostólico, la embajadora de la Unión Europea, la coordinadora de la ONU y el embajador de Italia.
"Esto ya no es protesta, son delitos"
El Gobierno fue contundente al calificar la agresión. "Hemos dado en evidencia una vez más que no se trata de manifestaciones pacíficas, sino de actos terroristas", declaró Jaramillo. La portavoz enfatizó que estos ataques son obra de grupos violentos e infiltrados que buscan el enfrentamiento y no representan a la ciudadanía.
"La seguridad y la vida de los ecuatorianos es la prioridad. Rechazamos los ataques violentos, la retención de servidores públicos y la destrucción de bienes públicos y privados. Esto ya no es protesta, son delitos", recalcó.
A pesar de la escalada de violencia —marcada también por la muerte a disparos del comunero indígena Efraín Fueres el domingo en Cotacachi, denunciada por la CONAIE como un "crimen de Estado"—, el Gobierno mantiene su línea dura respecto a la causa original del paro: la eliminación del subsidio al diésel.
Jaramillo fue clara al anunciar que no habrá negociación ni retroceso en esta medida, argumentando que revertirla significaría "dejar de entregar beneficios directamente a quienes más lo necesitan".
Refuerzo con EE. UU. y el clima de caos
En medio de la crisis interna, Ecuador buscará reforzar la cooperación en seguridad. Jaramillo anunció que se espera la visita de la secretaria de Seguridad Interior de Estados Unidos, Kristi Noem, para avanzar en la instalación de bases de su departamento en el país, como parte de la cooperación continua entre ambas naciones.
Mientras el Gobierno reporta doce militares heridos desde el inicio de las protestas, la CONAIE, convocante del paro, acusa a las fuerzas de seguridad de utilizar "balas reales, dinamita y armamento letal" contra los manifestantes.
La retención de los 17 militares y el ataque directo al presidente confirman el peligroso y caótico clima que vive el país. Con datos de Europa Press.