Departamento de Estado de EE. UU. advierte sobre corrupción, inseguridad y obstáculos a la inversión extranjera en el pais.
Nuerva York.La República Dominicana recibió un fuerte llamado de atención en el más reciente informe del Departamento de Estado de Estados Unidos, que evalúa el clima de inversión en distintos países. El documento, titulado Declaraciones de Clima de Inversión 2025: República Dominicana, reconoce los avances en crecimiento económico y estabilidad política, pero advierte que persisten serios obstáculos para los inversionistas extranjeros.
Según el reporte, pese a los incentivos fiscales, las leyes para atraer capital foráneo y los esfuerzos en la lucha contra la corrupción, los inversionistas perciben un escenario marcado por inseguridad ciudadana, trámites burocráticos lentos y decisiones administrativas poco transparentes.
El gobierno de Luis Abinader, señala el informe, “se ha negado a priorizar reformas clave apoyadas por los inversionistas”, como la del sector eléctrico y la reducción de la alta informalidad laboral.
El texto detalla que las quejas más comunes incluyen “la percepción de una corrupción generalizada a nivel nacional y local, falta de competencia técnica en el gobierno, retrasos en pagos oficiales, obstáculos burocráticos y procedimientos inconsistentes en aduanas”. También se mencionan leyes débiles de tenencia de la tierra y una justicia considerada “opaca y excesivamente lenta”.
Uno de los puntos más delicados es la denuncia de que en numerosas ocasiones las licitaciones públicas se diseñan “intencionalmente para favorecer a empresas con conexiones políticas”.
Los inversionistas afirman que la falta de personal capacitado en ministerios genera procesos mal redactados y alejados de las mejores prácticas internacionales. Esta problemática, subraya el informe, se replica en el ámbito municipal, especialmente en la tramitación de permisos.
El Departamento de Estado también critica que el gobierno dominicano no exige a las compañías privadas códigos de conducta internos que prohíban el soborno de funcionarios.
A esto se suman las preocupaciones por la seguridad: aunque los índices de robo y homicidio han bajado en los últimos dos años, el robo callejero con armas continúa siendo una amenaza para residentes y visitantes.
“Las encuestas muestran que los dominicanos citan constantemente la delincuencia como uno de los mayores desafíos de su vida diaria”, indica el documento.
En materia laboral, se recuerda que el Código de Trabajo exige que el 80 % de la plantilla de una empresa sea dominicana, pero este requisito rara vez se cumple por la ausencia de un sistema formal de aprobación de inversiones.
Además, la economía depende en sectores como agricultura y construcción de trabajadores haitianos indocumentados, lo que complica la regulación.
El informe concluye que, aunque Estados Unidos sigue siendo el mayor inversionista en el país, la República Dominicana necesita reformas profundas para garantizar un entorno confiable, competitivo y atractivo para el capital extranjero.