El Departamento de Estado de EE. UU. Hizo tras sus declaraciones de Petro en una protesta en Nueva York.
Washington / Nueva York. – La tensión diplomática entre Estados Unidos y Colombia escaló este viernes tras el anuncio del Departamento de Estado de revocar el visado del presidente Gustavo Petro, luego de que el mandatario hiciera un llamado directo a soldados estadounidenses a desobedecer órdenes del expresidente Donald Trump durante una protesta propalestina en Nueva York.
“Hoy temprano, el presidente colombiano Gustavo Petro se paró en una calle de Nueva York e instó a los soldados estadounidenses a desobedecer órdenes e incitar a la violencia. Revocaremos el visado de Petro debido a sus acciones imprudentes e incendiarias”, publicó el Departamento de Estado en su cuenta oficial en la red social X.
Petro participó en una marcha en apoyo al pueblo palestino, celebrada de forma paralela a la 80.ª Asamblea General de las Naciones Unidas. En medio de la manifestación —donde estuvo acompañado por el músico británico Roger Waters, cofundador de la banda Pink Floyd—, el jefe de Estado colombiano tomó un megáfono y se dirigió directamente a las fuerzas armadas de EE. UU.
“Le pido a todos los soldados del Ejército de Estados Unidos no apuntar contra la humanidad sus fusiles. Desobedezcan la orden de Trump. Obedezcan la orden de la humanidad”, proclamó Petro ante los asistentes.
Sus palabras no tardaron en generar una reacción fulminante desde Washington, que calificó sus declaraciones como una interferencia directa en asuntos internos de seguridad y un discurso que roza la incitación al desacato militar.
Más allá del gesto simbólico, la medida de revocación de visa podría tener implicaciones serias en las relaciones bilaterales entre ambos países, especialmente en temas sensibles como cooperación en seguridad, comercio y migración.
Durante la misma jornada, Petro fue más allá y anunció su intención de presentar ante la ONU una resolución para la creación de un “ejército de salvación” que defienda al pueblo palestino en Gaza. Incluso abrió la posibilidad de inscribir a voluntarios colombianos para unirse a esa eventual fuerza, incluyéndose él mismo como parte del grupo.
“Como sucedió en la Primera Guerra Mundial, quiero que los jóvenes, hijos de trabajadores tanto de Israel como de los Estados Unidos, apunten sus fusiles no hacia la humanidad, sino hacia los tiranos y fascistas”, sentenció el mandatario.
Hasta el momento, ni la Casa Blanca ni el Gobierno de Colombia han ofrecido declaraciones adicionales sobre el alcance de la medida. La situación podría abrir un nuevo capítulo de tensiones diplomáticas entre Washington y Bogotá, en un contexto internacional ya marcado por conflictos geopolíticos y divisiones en la Asamblea General de la ONU.