El presidente estadounidense exige una investigación por incidentes con una escalera, un teleprónter y el sonido.
El presidente Donald Trump ha encendido la mecha de la polémica al acusar a la Asamblea General de la ONU de ser escenario de un "triple sabotaje" durante su reciente visita. La denuncia, hecha pública a través de su red social Truth Social, ha escalado rápidamente, llevando a que el propio secretario general, António Guterres, ordene una investigación "exhaustiva" para aclarar lo ocurrido.
Según la versión de Trump, no se trató de uno, ni de dos, sino de tres "sucesos muy siniestros" que casi terminan en desastre. El primero, y más dramático, ocurrió en una escalera mecánica. "Se detuvo de golpe. Se paró en seco", relató el presidente, visiblemente indignado.
Aseguró que solo la rápida reacción de él y su esposa, Melania, al sujetarse firmemente al pasamanos, evitó que cayeran "de bruces sobre los bordes afilados de esos escalones de acero". Para Trump, fue un "sabotaje absoluto" y exige que se guarde "todas las cintas de seguridad de la escalera mecánica".
Los otros dos incidentes, que ocurrieron justo después, no fueron menos sospechosos para el mandatario. El teleprónter, una herramienta esencial para su discurso, falló de repente. Trump, que se vio obligado a improvisar, se preguntó ante los demás representantes qué clase de lugar era ese.
Lo que para él fue una prueba de su destreza oratoria — "el discurso recibió excelentes críticas"—, para la presidenta de la Asamblea General, Annalena Baerbock, no fue más que una afirmación de que sus equipos "funcionan perfectamente".
Se desconoce si la delegación de Trump trajo su propio teleprónter, un detalle que podría cambiar la narrativa.
El tercer problema, y no menos importante, fue el sonido del salón de sesiones. Trump asegura que los líderes mundiales "no podían oír nada" a menos que usaran los auriculares de los intérpretes, un fallo que, según él, demuestra la ineficiencia de la organización.
Guterres ordena investigación
La respuesta de Naciones Unidas no se hizo esperar. Guterres ha confirmado que recibió la misiva de Trump y ha ordenado de inmediato la apertura de una investigación. A través de un comunicado de su portavoz, Stéphane Dujarric, aseguró que están "dispuestos a cooperar con total transparencia" para esclarecer los hechos.
Dujarric, sin embargo, ha ofrecido una primera explicación sobre el incidente de la escalera mecánica. Según su versión, un camarógrafo de la delegación estadounidense se habría adelantado al matrimonio Trump para capturar su llegada, pisando "sin darse cuenta" un mecanismo de seguridad y provocando la detención de la máquina.
Esta versión, por el momento, es la única explicación oficial para uno de los incidentes que más ha enfurecido al mandatario.
El Servicio Secreto ya está involucrado en el análisis de los hechos, lo que eleva la seriedad de las acusaciones. El presidente Trump, en su mensaje, no dudó en atacar a la ONU, afirmando que "no me extraña que Naciones Unidas no haya podido cumplir con la función para la que fue creada".
El incidente deja en evidencia las tensiones entre la Casa Blanca y la organización internacional, que ahora se ve obligada a una investigación para desmentir lo que el presidente califica de un "triple sabotaje".