La inseguridad y las pandillas plantean un reto inmenso al nuevo Consejo Electoral.
El reloj avanza, pero el panorama sigue siendo el mismo: Haití no está listo para votar. A pesar de los esfuerzos y las promesas del gobierno de transición, tanto el Consejo Electoral Provisional (CEP) como el Consejo Presidencial de Transición (CPT) enfrentan un desafío monumental que podría postergar indefinidamente las urnas.
La razón de esto es simple, pero devastadora: mientras las pandillas mantengan el control del país, cualquier intento de organizar un referéndum constitucional y unas elecciones generales será una tarea casi imposible.
La cruda realidad es que las pandillas han superado en poder a la Policía Nacional, al Ejército e incluso a las tropas extranjeras. Medios locales han sido enfáticos al señalar que, con una capital sitiada y más del 85% de Puerto Príncipe bajo el control de estos grupos criminales, hablar de un proceso electoral es, en el mejor de los casos, un acto de fe.
En medio de este caos, el Consejo Electoral Provisional ha intentado mostrar un mínimo de normalidad, eligiendo a una nueva directiva: Jacques Desrosiers como presidente, Jaccéus Joseph como vicepresidente, Peterson Pierre-Louis como secretario y Nemrod Sanon como tesorero.
Sin embargo, su agenda está en pausa. Según el diario Le Nouvelliste, el CEP está a la espera de una señal del Consejo Presidencial de Transición para dar los siguientes pasos.
A pesar de todo, el gobierno parece mantener una fe inquebrantable. El primer ministro, Alix Didier, ha incluido en el presupuesto 2025-2026 una partida de 67.5 millones de dólares para financiar ambas consultas populares.
Además, en un intento por reafirmar su compromiso, Didier, junto a miembros del CEP, realizó una visita técnica a las bodegas donde se guarda el material electoral.
La inspección reveló que hay más de 15,000 tabletas digitales listas para el registro de votantes y nueve contenedores de documentos clasificados y listos para ser enviados a los distintos departamentos.
Gran parte de este material, incluyendo urnas, cabinas de votación y tinta indeleble, se adquirió en 2021.
Para el gobierno, la visita fue una forma de demostrar que están listos para restablecer el orden constitucional y garantizar un proceso transparente y creíble.
Sin embargo, las dudas persisten. El referéndum constitucional, que inicialmente estaba programado para mayo, ya tuvo que ser suspendido por la precaria situación de seguridad.
Ahora, con los ojos de la comunidad internacional sobre ellos, el Consejo Presidencial de Transición tiene que demostrar que tiene la capacidad no solo de organizar unas elecciones, sino también de recuperar el control de su propio país.
Muchos sectores de la sociedad haitiana se preguntan si este esfuerzo es, en realidad, viable o si se trata de una aspiración más en medio de una crisis que parece no tener fin. Con datos de Prensa Latina