Narciso Isa Conde despide a su hermano Tony en un emotivo memorial
Narciso Isa Conde rinde homenaje a su hermano, Antonio Isa Conde, destacando su inmenso legado como héroe de la Revolución de Abril, su liderazgo en la UASD y su intachable dignidad.
Queridos familiares y amigos: comienza Narciso. Cuando se habla de Antonio Isa Conde, no hay cabida para la palabra adiós. Hay, más bien, un rotundo “¡hasta siempre!”. Tony no se va; se queda con todos y cada uno de nosotros. Su recuerdo y su amor perduran en el seno familiar: en sus hijos Antonio, Aris y Marcia Patricia; en sus nietos, bisnietos, y en el inmenso cariño que profesó por todos sus tíos y tías, primos y sobrinos.
Se queda, sobre todo, su amor eterno por su amada Marcia, con cuyas cenizas se abrazará eternamente en el Jardín Botánico de Santo Domingo, sellando una unión que trasciende el tiempo. Su figura se mantiene viva en el recuerdo de su devoción por nuestros padres, abuelas y por tío Fello, nuestro segundo padre, quien nos legó en la adolescencia el espíritu fidelista.
Su amistad y su cariño fraterno con Tontoni (José Antonio Najri) y su familia, así como con todos ustedes, son testimonio de una existencia rica en afectos y solidaridad.
Un héroe en la UASD y la Revolución
Es imposible borrar la honestidad y la dignidad personal que definieron la larga e intensa vida pública y privada de Antonio Isa Conde. Su profundo amor por la patria y la justicia siempre lo impulsó, así como su inquebrantable apego al deber contraído y al respeto por los derechos de los demás.
Es un imperativo de justicia histórica destacar el valiente y valioso liderazgo de Tony durante las jornadas que lucharon por la autonomía y el fuero universitario en la UASD, logrando la "destrujillización" de la academia, que incluyó la expulsión de Balaguer en 1962.
Su heroísmo alcanzó su punto culminante en la Revolución de Abril, una guerra patria donde combatió y representó al Partido Comunista Dominicano (PCD) con fervor y compromiso.
Incluso cuando optó por asumir el rol de empresario, Tony dejó una marca indeleble. Sus valiosos aportes a la Asociación de Industrias de Herrera demostraron una trascendente diferenciación respecto a la voraz oligarquía capitalista del país, buscando siempre un equilibrio ético y social.
La bondad como legado
Si algo definió a Tony, fue su inmensa bondad como ser humano. Lo sabe cada persona que se relacionó con él, sin importar jerarquía ni condición social. Su chofer y asistente, Guillermo, es un testigo fiel de sus afectos y su profunda sensibilidad. Tony fue, ante todo, un hombre bueno, de una afable elegancia, cuya esencia permanecerá intacta.
Tony, a ti, nuestro eterno abrazo y un inmenso amor fraternal que nunca, jamás, fue ni será lesionado.
¡HASTA SIEMPRE!, TONY.
A ustedes, familiares, amigos y amigas, las familias Isa Nadal e Isa Contreras les agradecemos profundamente su significativa presencia.
(P.D. Las cenizas de Antonio Isa Conde descansan en el Jardín Botánico, junto a las de su esposa.)
