Gobierno y JICA impulsan proyecto de sexta industrialización para reactivar la economía agrícola
En Cotuí, provincia Sánchez Ramírez, el gobierno dominicano y la Agencia de Cooperación Internacional del Japón (JICA) sellaron un acuerdo que promete cambiar el rostro de la economía rural. La iniciativa, denominada proyecto de sexta industrialización, busca integrar agricultura, transformación de productos y comercialización con valor agregado, un modelo probado en Japón que ahora se adapta a la realidad dominicana.
El acuerdo fue firmado por el Ministerio de la Presidencia, el Ministerio de Educación Superior, Ciencia y Tecnología (MESCyT), la Universidad Tecnológica del Cibao Oriental (UTECO) y representantes de la Universidad de Kochi, Japón.
El acto contó con la presencia del ministro Franklin García Fermín, la rectora de UTECO Marilín Díaz y el delegado de JICA en el país, Kota Sakaguchi, quienes coincidieron en que este proyecto puede convertirse en un referente nacional.
Un modelo productivo que une campo y ciudad
El plan responde al abandono de la agricultura y a la migración de jóvenes hacia las ciudades. García Fermín destacó que la propuesta creará empleos atractivos que fomenten el pensamiento crítico, el emprendimiento y el arraigo comunitario, evitando así la despoblación rural.
La sexta industrialización combina tres niveles de producción: agricultura primaria, procesamiento industrial y comercialización. Este enfoque permitirá que los agricultores no solo cultiven, sino que también transformen y vendan sus productos, generando mayor valor económico en la provincia.
Cooperación académica y empoderamiento juvenil
Sakaguchi subrayó que la iniciativa es fruto de la colaboración entre la Universidad de Kochi y la UTECO, con el objetivo de crear un modelo dominico-japonés de desarrollo rural. La universidad japonesa compartirá su experiencia en emprendimiento comunitario, adaptando las estrategias a la realidad local.
Para garantizar resultados, se formará un grupo META (Monitoreo, Evaluación, Transferencia y Aprendizaje), integrado por jóvenes agricultores, estudiantes y docentes de la UTECO. Este equipo dará seguimiento a las acciones, evaluará los avances y asegurará la continuidad del proyecto una vez concluida la cooperación internacional.
El proyecto está alineado con la Estrategia Nacional de Innovación 2030 y el Plan Nacional de Educación Superior, reforzando su importancia como política de Estado. Según la viceministra Olaya Dotel, esta experiencia permitirá replicar el modelo en otras provincias, fortaleciendo las cadenas de valor agroalimentarias y generando empleos de calidad.
“Este esfuerzo demuestra que desde el campo se puede innovar y construir futuro. Cotuí será ejemplo para el resto del país”, afirmó la rectora Díaz, quien destacó el rol de UTECO como puente entre el conocimiento académico y las necesidades de las comunidades.
Con apoyo del gobierno, la academia y Japón, Sánchez Ramírez se perfila como laboratorio de desarrollo rural, donde la tecnología, la educación y la producción agrícola se unen para impulsar un crecimiento sostenible e inclusivo.