El país caribeño seduce al mundo y consolida su turismo como motor económico
Santo Domingo. – En medio de una feria internacional su participación estelar en la feria IFTM Top Resa 2025, en Francia, República Dominicana ha vuelto a confirmar por qué es la joya turística del Caribe. Con cifras récord de llegadas, una oferta que combina sol, cultura, gastronomía y hospitalidad, y una estrategia de promoción agresiva y bien dirigida, el país se ha posicionado como uno de los destinos más atractivos del continente, que persigue mantener en próximas décadas.
Hasta agosto de este año, más de 8 millones de visitantes han pisado suelo dominicano, una cifra que no solo confirma la recuperación del sector tras los embates de la pandemia, sino que también proyecta un futuro promisorio. Según datos del Ministerio de Turismo, se registraron 6,085,053 visitantes por vía aérea y 1,920,204 cruceristas, reflejando un crecimiento del 49% con respecto al 2019 y del 13% en comparación al 2023.
“El turismo está en su mejor momento. Hemos roto todos los récords y lo mejor está por venir”, afirmó el ministro David Collado, al presentar los resultados del sector durante un acto en Santo Domingo. El funcionario destacó que solo en agosto llegaron 897,413 turistas, lo que implica un aumento de más del 40% en comparación con el mismo mes de 2019.
Francia, anfitriona de la feria donde se promueve el destino dominicano, se mantiene como uno de los principales emisores europeos, pero Collado ha planteado que van por más. Solo en los primeros ocho meses del año han arribado más de 109,000 turistas franceses. En 2024, según el Banco Central, 157,903 franceses visitaron el país, posicionándolo como un mercado estratégico dentro de Europa.
No es casualidad. Francia ocupa el primer lugar mundial en llegadas internacionales, con 89.7 millones de turistas, según la ONU Turismo. Con un público acostumbrado a la excelencia cultural y los altos estándares de servicio, el interés de los franceses por República Dominicana revela el nivel de sofisticación que ha alcanzado la industria local.
Más que sol y playa: una oferta que enamora
Lo que hace de República Dominicana un destino tan competitivo es la diversidad de su propuesta turística. Aunque las playas de Punta Cana, Samaná y Bayahíbe siguen siendo el mayor imán, cada vez más visitantes exploran rutas culturales, ecoturísticas y gastronómicas en lugares como Santiago, Puerto Plata, Barahona o el casco colonial de Santo Domingo.
“La clave ha sido diversificar y conectar con las nuevas demandas del turista global”, explica un empresario del sector presente en la feria de Francia. “El viajero ya no solo busca broncearse; quiere experiencias únicas, inmersivas y sostenibles, y el país las está ofreciendo”.
La infraestructura hotelera también acompaña ese crecimiento. El país cuenta actualmente con 85,000 habitaciones, de las cuales un 85% están ocupadas, un indicador claro de la alta demanda y la calidad del servicio que se ofrece.
Una estrategia de promoción que funciona
El Ministerio de Turismo ha desplegado una estrategia de promoción internacional sin precedentes, que incluye roadshows en mercados clave, campañas digitales y alianzas con aerolíneas y turoperadores. La meta es clara: atraer turistas de larga distancia y de estadías prolongadas, especialmente de Europa, en medio de un contexto global todavía marcado por tensiones geopolíticas como las guerras en Ucrania y Medio Oriente.
Esta ofensiva internacional no solo ha permitido compensar la ralentización en algunos mercados, sino que ha abierto nuevas oportunidades en América del Sur, donde países como Argentina, Colombia y Chile están aumentando su participación como emisores de turistas.
“Estamos enfocados en atraer visitantes que vengan por más tiempo, que consuman más, que se integren más a la oferta del país”, subrayó Collado. “No es solo una cuestión de volumen, sino de calidad y sostenibilidad”.
Turismo: motor del desarrollo nacional
Detrás de los números, hay una realidad innegable: el turismo se ha convertido en el principal motor económico y social de República Dominicana. Genera miles de empleos directos e indirectos, dinamiza sectores como la construcción, el transporte, la agricultura y las telecomunicaciones, y atrae inversiones extranjeras clave para el desarrollo del país.
La estabilidad jurídica, la seguridad y una política pública clara han sido pilares para consolidar esta posición. En ese sentido, la alianza entre el sector público y privado ha sido crucial para mantener el crecimiento, sortear las crisis y proyectar un futuro aún más brillante.
“El turismo no solo es playa, es progreso. Es infraestructura, empleo, emprendimiento, cultura, orgullo nacional”, resumió un representante de la Asociación Nacional de Hoteles y Turismo (ASONAHORES). “Y lo mejor es que todos los dominicanos, de una forma u otra, somos parte de este éxito”.
Rumbo a los 12 millones
Con un cierre proyectado de 12 millones de visitantes en 2025, República Dominicana se prepara para escalar aún más alto en los rankings internacionales. La meta ya no es solo ser el número uno del Caribe, sino consolidarse como el segundo destino turístico de toda América, detrás de Estados Unidos.
Y mientras en París los turistas hacen fila frente a la Torre Eiffel, muchos ya miran hacia el Caribe con otros ojos. Allí, una isla vibrante, hospitalaria y llena de vida los espera con los brazos abiertos.
Porque como dicen los que ya la conocen: en República Dominicana, el paraíso no es una promesa; es una experiencia.
