Luis Rodolfo Abinader Corona parece ser el primero en ente
En nuestro país, como en muchos otros, presidentes, ejecutivos, funcionarios y otros altos miembros de la sociedad, insisten en volver a sus cargos, aun cuando hayan sido ‘despedidos’ en elecciones libres, democráticas y supervisadas.
Aunque casi todos hayan sido acusados de corrupción, malversaciones, hacer ‘negocios sucios y particulares’, o de violar disposiciones legales vigentes, muchos insisten en regresar.
Y yo pienso, si se consideran personas honestas, preparadas y con familias formadas bajo normas de valores y dignidad, ¿Por qué insisten en seguir tras esos negocios sucios?
¿Por qué insisten, si son muchos quienes los señalan a diario en todos los medios como corruptos y antipatriotas?
Si ellos cometieron ‘errores’ en sus administraciones, y sus familiares, amigos, allegados o funcionarios colocados por ellos se beneficiaron, ¿Por qué insisten en volver sin haber dado explicaciones aceptables?
Si esos personajes no robaron ni malversaron fondos, porque ya tenían fortunas o porque no las necesitan para sobrevivir ¿Por qué no se dedican a la enseñanza, a cuidar sus hogares, esposas, hijos y nietos?
Si de veras nunca cometieron ‘errores’ ni permitieron que ‘allegados’ hicieran ‘fortunas’ con el dinero público, ¿Por quétantas acusaciones en su contra y su insistencia en regresar dizque para completar sus obras?
¿Por qué no concluyeron algunas de esas ‘obras’, con los fondos ya asignados en el periodo que les tocó dirigir, a sabiendas de que sus sucesores no las continuarían?
Si fueron o son honrados, ¿Por qué no hicieron nada para enfrentar y solucionar problemas esenciales del país como la educación, el agua potable, electricidad, tránsito vial, atención agrícola, tecnológica o la corrupción?
¿Por qué no se defienden con pruebas irrebatibles cuando los acusan de ‘corruptos’, de malversadores de los fondos públicos, de favorecer a familiares, amigos y funcionarios con contratas y otras partidas inescrupulosas e ilegales?
¿Por qué a veces se creen unos ‘sabelotodo’, y en otras dicen desconocer todo lo que se hacía alrededor de ellos?
¿Por qué a veces ordenaban investigaciones y luego se detenían sin que nadie resultara culpable?
¿Por qué se despide del cargo a un funcionario corrupto y se le designa como ‘asesor’ del mismo ejecutivo con el mismo salario o uno mayor?
¿Hasta cuándo veremos este interés de algunos políticos por alcanzar la ‘ñoña’, para luego de no cumplir lo prometido, aspirar reelegirse de nuevo?
Luis Rodolfo Abinader Corona parece ser el primero en entenderlo, cuando, como prometió, entregue el poder en el 2028, lo que significa un paso de avance en esta democracia de nuestros amores y dolores.