El veterano salsero salvadoreño apuesta por el talento dominicano en su decimotercer álbum, con una versión renovada de “Mesita de noche”
Santo Domingo. – Con más de cuatro décadas en la música y una carrera sólida entre Estados Unidos y Centroamérica, el salsero Carlos Rivas ha puesto rumbo a la República Dominicana para grabar lo que será su decimotercer disco. La visita marca su primera vez en suelo dominicano, una decisión que no ha sido casual: Rivas busca renovar su sonido de la mano del talento local y aprovechar la riqueza musical que distingue a la isla.
La canción que abre esta nueva etapa se titula “Mesita de noche”, una versión fresca y cargada de sabor caribeño que cuenta con el arreglo del productor musical Wilbert Taveras. La producción ejecutiva está a cargo del sello dominicano La Gran Herencia, liderado por Anthony Galán, quien también participa en la dirección del proyecto.
Aunque nacido en El Salvador, Rivas ha desarrollado gran parte de su carrera en ciudades como Arizona, California y Texas, donde el público latino mantiene viva la llama de la salsa. Su nombre ha figurado junto a íconos como Oscar D’León, Gilberto Santa Rosa, El Gran Combo de Puerto Rico, Luisito Ayala, Álvaro Torres y el Grupo Niche.
Un músico completo
Carlos Rivas no es solo cantante: es un músico completo, forjado desde niño en el arte de los instrumentos. Su primer acercamiento fue con la guitarra, a los 10 años, y ya para los 15 era el requintista principal del trío Chaparrastique en El Salvador. Con el tiempo, se convirtió en un multiinstrumentista versátil, lo que le ha permitido involucrarse en la creación musical desde diferentes ángulos.
En su carrera ha trabajado con productores de alto calibre como Alberto Barros, Dante Vargas, Ramses Araya y Luigi Flores, lo que ha enriquecido su propuesta artística y lo ha mantenido en constante evolución.
Su disco más reciente incluyó el tema “Vas a acordarte de mí”, una colaboración con el reconocido cantautor español Alejandro Jaén, grabado en Miami. Sin embargo, su nuevo proyecto tiene un enfoque distinto: explora las raíces, pero también los caminos nuevos que ofrece la escena musical dominicana.
Una nueva apuesta
“Venir a la República Dominicana es una manera de conectar con otra esencia de la salsa, con músicos que tienen una energía diferente, una pasión especial”, comentó Rivas durante una pausa en el estudio. La apuesta es clara: refrescar su sonido sin perder su identidad, y hacerlo con una producción hecha en tierra de ritmo y sabor.
Carlos Rivas no está en busca de fórmulas repetidas. Su viaje a República Dominicana es una jugada honesta de un artista que, lejos de aferrarse al pasado, sigue explorando nuevas formas de contar su historia musical. Y en ese viaje, el público salsero tiene mucho por escuchar.