Lyles y Jefferson-Wooden se coronan bicampeones en 200 metros, liderando el medallero.
TOKIO—El cielo de Tokio se encendió con un vendaval de velocidad y drama. En la séptima jornada del Mundial de Atletismo, Estados Unidos confirmó su reinado, acumulando medallas de oro en los 200 metros y las vallas, con actuaciones que mezclaron gloria, revancha y récords.
En el sector masculino, el campeón olímpico Noah Lyles se consolidó como el hombre más rápido del planeta. Con su zancada imparable, Lyles voló sobre la pista para capturar su cuarto título mundial consecutivo en los 200 metros. Paró el cronómetro en 19.52 segundos, una marca que dejó claro su dominio. Su compatriota Kenny Bednarek (19.58) y el jamaicano Bryan Levell (19.64) completaron el podio, demostrando la alta competitividad del evento.
En la categoría femenina, la estadounidense Melissa Jefferson-Wooden escribió su nombre en los libros de historia del atletismo. Tras ganar el oro en los 100 metros, repitió la hazaña en los 200 con un tiempo de 21.68 segundos, un doblete que la eleva a la estatura de las leyendas.
La británica Amy Hunt (22.14) y la jamaicana Shericka Jackson (22.18) tuvieron que conformarse con la plata y el bronce, respectivamente.
Drama y redención en las vallas
La noche también tuvo su dosis de drama. El estadounidense Rai Benjamin se llevó la victoria en los 400 metros con vallas en un tiempo de 46.52 segundos. Su triunfo fue una historia de redención, pues se produjo después de librar una batalla legal tras ser descalificado inicialmente por tocar el último obstáculo.
La plata fue para el incansable brasileño Alison dos Santos (46.84), mientras que el catarí Abderrahman Samba (47.06) se llevó el bronce.
En la rama femenina, la neerlandesa Femke Bol reafirmó su condición de favorita al volar sobre las vallas, deteniendo el crono en 51.54 segundos. La estadounidense Jasmine Jones (52.08) y la eslovaca Emma Zapletalová (53.00) la acompañaron en el podio.
Por otro lado, el triple salto le dio una alegría a Portugal y a Cuba por dos motivos. El cubano nacionalizado portugués Pedro Pichardo se coronó campeón mundial con un salto de 17.91 metros. El podio lo completaron el italiano Andrea Dallavalle (17.64) y el cubano Lázaro Martínez (17.49).
Sin embargo, no todo fue celebración. La noche trajo una decepción para los locales cuando Haruka Kitaguchi, la campeona mundial y olímpica de jabalina, quedó fuera de la final con un lanzamiento de 60.38 metros. Las molestias físicas traicionaron a la atleta, apagando las esperanzas de los aficionados que soñaban con verla en lo más alto del podio.
Hasta ahora, Estados Unidos lidera el medallero con 11 oros, 3 platas y 3 bronces, consolidando su estatus como potencia mundial del atletismo. Le siguen Kenia (4-1-2), Canadá (3-0-0), y Nueva Zelanda y Portugal, con dos títulos cada uno. Con datos de Prensa Latina.
