La menor, traída a RD tras secuestro en México, fue devuelta por el MP a su madre biológica en Colombia.
El calvario ha terminado para una niña de cuatro años que, tras ser violentamente separada de su madre en México, fue secuestrada y traída a República Dominicana. Después de un exhaustivo programa de atención a víctimas del Ministerio Público, la menor ha sido reunificada con su madre biológica en Colombia, poniendo un punto final a una odisea que se extendió por casi cuatro años.
Un secuestro internacional
De acuerdo a lo informado por Ministerio Público dominicano, el caso se remonta a 2021, cuando la niña, de apenas 11 meses de edad, fue retenida ilegalmente en Guadalajara, México, por su padre biológico, Miguel Antonio Torres Hernández y/o Kevin León Wooden y/o Shaban Kuka.
Luego, en un giro alarmante de los hechos, Torres Hernández cambió la identidad de la menor con documentos falsificados y la trasladó a República Dominicana, borrando su rastro y afectando sus derechos fundamentales.
La madre, de nacionalidad colombiana, no se rindió. Denunció el secuestro ante la policía de Guadalajara, lo que activó una investigación internacional y una Alerta Amber que puso a la Interpol y a las autoridades de varios países tras la pista de Torres Hernández.
El rescate y la investigación
El 23 de julio de 2025, la madre de la niña llegó a República Dominicana acompañada por una delegación de la Interpol y la Policía Nacional. Ese mismo día, el Ministerio Público, a través de la Dirección General de Persecución y la Dirección Nacional de Niños, Niñas, Adolescentes y Familia (Dinnaf), llevó a cabo un allanamiento en una residencia en el sector de Bella Vista, donde finalmente rescataron a la menor.
La niña vivía con otros dos pequeños que también fueron puestos bajo protección del Consejo Nacional para la Niñez y la Adolescencia (Conani).
Las investigaciones fueron minuciosas. Los fiscales lograron que se realizara una prueba de ADN que confirmó con un 99.9% de certeza el parentesco entre la menor y su madre.
El Ministerio Público, consciente de la extrema vulnerabilidad de la niña, la incluyó en su programa de víctimas y testigos protegidos. Este apoyo fue fundamental para que la niña pudiera regenerar el vínculo afectivo con su madre, un paso crucial antes de poder retornar a su país.
Consecuencias para los implicados
Miguel Antonio Torres Hernández, quien usaba varias identidades falsas, fue arrestado y se le impuso una medida de tres meses de prisión preventiva en el Centro de Corrección y Rehabilitación de Najayo Hombres.
Por su parte, la coimputada Viviana Villarreal Cambero, quien ayudó en la suplantación de identidad de la menor, enfrenta una garantía económica de 800,000 pesos, impedimento de salida del país y presentación periódica.
El Ministerio Público destacó la cooperación internacional de las autoridades de México, Colombia y la Interpol, la cual fue clave para resolver el caso.