Temporada de huracanes atípica mantiene en alerta a la región, mientras crece la tormenta Gabrielle.
Una temporada de huracanes que hasta ahora ha sorprendido por su atípica tranquilidad, mantiene los ojos puestos en una nueva amenaza: la tormenta tropical Gabrielle. A pesar de que los pronósticos de la NOAA anunciaron una temporada activa, el Atlántico ha permanecido en una inusual calma, con una notable "sequía" de ciclones justo en el pico del ciclo, el mes de septiembre.
Sin embargo, la calma podría estar a punto de romperse la NOAA estima que Gabrielle se fortalezca y se convierta en un huracán para este domingo
La principal amenaza
Mientras tanto, el centro de la tormenta tropical Gabrielle se ha posicionado en el Atlántico central, a unos 960 kilómetros al este/noreste de las Antillas Menores. Aunque se mueve a una velocidad considerable de 19 kilómetros por hora hacia el oeste-noroeste, no representa un peligro inminente para las naciones caribeñas o Estados Unidos.
Sin embargo, el Centro Nacional de Huracanes (NHC) ha emitido una alerta para las Bermudas, ya que el sistema podría pasar a unas 140 millas náuticas al este de la isla en los próximos tres días.
Con vientos sostenidos que alcanzan los 85 km/h, y ráfagas más potentes, los expertos están vigilando de cerca su evolución y se convierta en un huracán para este domingo. Es un recordatorio de que, a pesar de la quietud reciente, las condiciones en el océano siguen siendo propicias para la formación de estos fenómenos.
La temperatura del agua, más cálida de lo normal, junto con una cizalladura de viento débil, son los principales catalizadores para que estas tormentas tomen fuerza.
Otras áreas bajo vigilancia
Además de Gabrielle, el NHC está siguiendo otra onda tropical que acaba de emerger de la costa occidental de África. Este sistema, que actualmente solo genera lluvias y tormentas eléctricas de manera desorganizada, podría tener un desarrollo lento en los próximos días mientras se desplaza hacia el oeste-noroeste.
A pesar de que la probabilidad de que se forme un ciclón es baja (20% en los próximos siete días), su presencia es un indicio de que la temporada de huracanes no ha terminado.
Lo que se observa es que la temporada de huracanes de 2025 sigue siendo un enigma. Si bien ha estado lejos de los pronósticos iniciales, la aparición de sistemas como Gabrielle nos recuerda que no hay que bajar la guardia.
La citada tormenta es la principal preocupación en este momento, pero el seguimiento de las otras ondas tropicales es crucial, por lo que el Indomet también las ha tenido en cuenta porque, al menos, los vientos poderosos de Gabrielle pueden incidir sobre el territorio dominicano con sus poderosos vientos si llega convertirse en ciclón. La aparente calma del Atlántico podría ser solo una pausa.