El defensor de la prensa acusa al gobierno de orquestar hostigamientos
Santo Domingo.- Guyler C. Delva, periodista veterano y uno de los principales defensores de la libertad de prensa en Haití, dice estar en riesgo. Desde principios de agosto, asegura haber sido víctima de amenazas en lugares públicos, acoso judicial y un clima de hostilidad que, según él, tiene origen en las altas esferas del poder haitiano.

Delva no es cualquier voz: es vicepresidente de la Comisión de Libertad de Prensa e Información de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) y dirige la organización local SOS Journalistes. Dice que su trabajo en defensa de periodistas perseguidos, atacados o asesinados lo ha puesto directamente en la mira de las autoridades.
“Creo que todo eso viene del gobierno, del Consejo Presidencial de Transición”, dijo a LatAm Journalism Review. “Me encuentro en una situación en la que tengo que defender a todos los demás periodistas que están siendo perseguidos. Y eso les molesta. Están muy molestos”.
El Consejo Presidencial de Transición (CPT), que asumió el control del país tras el asesinato del presidente Jovenel Moïse en 2021 y la salida de Ariel Henry en 2024, negó categóricamente las acusaciones. “Durante este período nadie ha sido perseguido por sus opiniones”, respondió un portavoz del CPT, rechazando lo que llamó “acusaciones calumniosas”.
Pero para Delva, la presión es real y creciente. Además de las amenazas, su organización atraviesa una crisis financiera severa que limita su capacidad de respuesta. La SIP y el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ) han pedido a las autoridades haitianas que garanticen su seguridad.
El periodista cree que parte de la hostilidad que enfrenta tiene que ver con su apoyo público a casos sensibles. Uno de ellos es el del comunicador Guerrier Henri, quien fue acusado este año de vínculos con pandillas. Según Delva, Henri tuvo que abandonar el país luego de que se intentara detenerlo tras la suspensión de su programa radial Boukante Lapawòl, conocido por sus críticas políticas.
La controversia estalló en noviembre de 2024, cuando el Consejo Nacional de Telecomunicaciones (CONATEL) suspendió el programa por supuestamente emitir “propaganda de pandillas”. La sanción vino después de que el espacio transmitiera una llamada en la que el líder de pandillas Jimmy “Barbecue” Chérizier afirmaba que un miembro del CPT intentó sobornarlo para negociar con los grupos armados que actualmente controlan la mayor parte de la capital.
Tras fuertes críticas de organismos nacionales e internacionales —incluyendo a SOS Journalistes— la suspensión fue levantada en junio de este año. Sin embargo, el caso no cerró ahí. Guerrier Henri fue citado a declarar ante la Dirección Central de la Policía Judicial en julio.
Delva dice haber recibido advertencias de figuras cercanas al gobierno, que le han hecho saber que sus críticas han sido mal vistas. Una de las amenazas más recientes ocurrió mientras hacía compras. “Fui a un supermercado y se me acercó un hombre que me acusó de avergonzar al gobierno”, relató.
Además del caso de Henri, Delva ha mantenido activa la memoria del periodista Jean Dominique, asesinado en 2000, cuyo crimen sigue impune.
Hoy, entre amenazas, falta de recursos y presiones políticas, Guyler Delva se mantiene firme. Pero también alerta. Y teme, como él mismo lo dice, no solo por su labor, sino por su vida.