El ministro Magín Díaz defiende una sólida estabilidad con la mira en el futuro.
SANTO DOMINGO — La República Dominicana está en un momento de estabilidad macroeconómica "sólida y sostenible", una situación respaldada por reservas internacionales robustas y una creciente inversión extranjera. Así lo aseguró Magín Díaz, el ministro de Hacienda, durante una cátedra magistral en la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña (UNPHU).
Para Díaz, las cifras no mienten: las reservas del país ascienden a US$14,000 millones y la inversión extranjera se proyecta en US$4,800 millones, cimentando una confianza que se traduce en un tipo de cambio estable y un acceso privilegiado a los mercados financieros internacionales. El funcionario resaltó que el riesgo país ha alcanzado mínimos históricos, lo que refleja una percepción de solidez sin precedentes por parte de los inversionistas globales.
Navegar a contracorriente
El ministro Díaz hizo un contraste agudo entre la salud económica dominicana y el panorama global, donde las políticas comerciales y fiscales de Estados Unidos han frenado el crecimiento general. La economía norteamericana, según Díaz, "crece hoy a la mitad de su ritmo histórico" y enfrenta presiones inflacionarias y de deuda que se sienten en todo el mundo, especialmente en las economías emergentes.
Sin embargo, República Dominicana ha sabido sortear la tormenta. Díaz recordó que el país pasó de emitir bonos soberanos a 5 años con tasas del 9% a colocar títulos a plazos de hasta 40 años con condiciones mucho más favorables. "En Hacienda no nos preocupamos por la deuda, nos ocupamos de ella", enfatizó con una frase que resonó entre la audiencia. Este enfoque proactivo ha sido clave para generar confianza y asegurar el financiamiento necesario para el desarrollo.
Más allá de los números: una visión a largo plazo
El compromiso del gobierno, según el ministro, no se detiene en los indicadores actuales. La Meta 2036 es la brújula que guía la política económica, un plan ambicioso que busca "remover las restricciones al crecimiento" y preparar el camino para una eventual entrada del país a la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos).
Díaz fue claro al respecto: "No se trata de una declaración de intenciones, sino de reformas concretas en el ámbito fiscal, institucional y social". El plan no es una utopía, sino una hoja de ruta con acciones tangibles.
La estabilidad social como pilar
El ministro culminó su ponencia con una reflexión que unió la economía con la sociedad. Para él, la estabilidad social es tan crucial como la macroeconómica. "Sin cohesión social, los avances económicos se debilitan", sentenció. En su visión, las decisiones fiscales y la inversión pública deben tomarse con un alto grado de responsabilidad, conscientes de los dilemas económicos y priorizando el bienestar colectivo.
La Cátedra Magistral, que contó con la presencia de decenas de estudiantes, profesores y autoridades académicas, sirvió como un espacio vital para el debate y la reflexión sobre los retos y oportunidades que enfrenta la economía dominicana. Un encuentro donde las cifras se transformaron en una conversación sobre el futuro, demostrando que la economía no es solo un tema de expertos, sino un pilar fundamental para el desarrollo de la sociedad.

