Un nuevo contingente militar revive la controversia y los crímenes de la Misión de Estabilización (MINUSTAH).
La propuesta de una Fuerza de Supresión de Pandillas para Haití, presentada ante el Consejo de Seguridad de la ONU, ha desatado una ola de inquietud en la sociedad haitiana. A diferencia del contingente anterior (MMAS), esta nueva fuerza de cinco mil oficiales tendrá plena autonomía, operando de forma independiente a la Policía Nacional de Haití, con la facultad de utilizar fuerza letal para cumplir sus objetivos.
Estados Unidos ha prometido ayudar a estabilizar a Haití con el despliegue del nuevo contingente militar para combatir las pandillas.
El embajador estadounidense, Henry Wooster, indicó que se busca multiplicar por diez la capacidad de lucha contra estos grupos, que ahora serán clasificados como organizaciones terroristas extranjeras
Este contingente es cinco veces mayor numéricamente que la cifra actual de soldados foráneos desplegados en la llamada Perla de las Antillas, ahora, el objetivo es multiplicar por diez la capacidad de lucha contra los grupos criminales.
Entre las ideas está focalizar de manera efectiva el financiamiento interno y externo de las bandas armadas, es decir, cortar el flujo de recursos a las pandillas, puntualizó Wooster citado por el sitio digital Noticias Kominotek.
A las personas que apoyen a estos grupos criminales, ya sean ciudadanos estadounidenses o de otras nacionalidades, se les revocarán las visas para visitar la nación norteña.
Sin embargo, el anuncio ha sido recibido con escepticismo. Medios locales han cuestionado el silencio del diplomático sobre el tráfico de armas desde Estados Unidos, un flujo que alimenta de manera constante a los grupos criminales.
Trae amargos recuerdos de la MINUSTAH
Esta eventual llegada ha traído a la memoria los amargos recuerdos de la Misión de Estabilización de la ONU (MINUSTAH), que operó en el país entre 2004 y 2017. Durante esos años, a pesar de la esperanza inicial que muchos haitianos depositaron en la misión, la presencia de tropas extranjeras estuvo marcada por una serie de atrocidades.
Un estudio de la revista International Peacekeeping reveló que más de dos mil mujeres y niñas haitianas fueron víctimas de abusos sexuales por parte de los militares de la ONU.
La investigación también expuso la concepción de al menos 265 niños, conocidos como los "petit minustah", muchos de los cuales fueron el resultado de violaciones.
El informe fue contundente, detallando que incluso niñas de tan solo 11 años fueron abusadas a cambio de dinero o comida. Soldados de Uruguay, Brasil, Chile y Argentina fueron los más señalados en las denuncias, dejando una herida profunda en la población.
“Niñas de 11 años fueron abusadas sexualmente y embarazadas por los Cascos Azules y dejadas en la miseria”, recalca el informe, dejando en claro que no se trató de relaciones consentidas.
Pero los crímenes de la MINUSTAH no se limitaron a los abusos sexuales. La misión también es recordada por un brote de cólera en 2010 que cobró la vida de más de nueve mil personas.
Un informe de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos determinó que la enfermedad fue introducida en el país por soldados de Nepal que servían en la misión. Con datos de Prensa Latina.

