La Reserva Federal reduce tipos en 25 puntos básicos y abre debate interno sobre el rumbo económico.
Después de ocho meses de espera, la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) decidió este miércoles recortar en 25 puntos básicos los tipos de interés, que ahora se sitúan en un rango de 4 % a 4,25 %. La medida rompe con la pausa mantenida desde enero y marca un giro que los mercados ven como el inicio de una etapa más expansiva.
El Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) justificó el movimiento en un escenario de crecimiento económico más débil. Según su comunicado, la creación de empleo se ha ralentizado, el desempleo ha mostrado un ligero repunte y la inflación, aunque contenida, sigue por encima de lo deseado.
El banco central advirtió que la incertidumbre sobre la economía continúa siendo elevada y que evaluará nuevos pasos según los datos que lleguen en materia de inflación, mercado laboral y panorama internacional.
La Fed, no obstante, mantuvo su estrategia de reducir el balance en curso, con la excepción de 40.000 millones de dólares mensuales en deuda pública y titulizaciones hipotecarias que reinvertirá.
El recorte, sin embargo, no fue aprobado por unanimidad. Stephen Miran, recién incorporado al FOMC y designado por Donald Trump, defendió un recorte mayor, de 50 puntos básicos, alineado con la presión del expresidente para acelerar la rebaja del precio del dinero.
La división en la votación refleja la tensión interna: mientras algunos apuestan por pasos más agresivos, otros se inclinan por avanzar con cautela.
El líder de la Fed, Jerome Powell, se mantiene en el centro de esa pugna. En contraste, miembros como Michelle Bowman y Christopher Waller apoyaron la decisión de un cuarto de punto, aunque ambos también forman parte del bloque cercano a Trump. Waller, incluso, es uno de los nombres que suenan para reemplazar a Powell cuando su mandato expire en 2026.
El impacto en los mercados fue inmediato. El Dow Jones subió más de 400 puntos en la jornada, los rendimientos de los bonos del Tesoro retrocedieron y los analistas comenzaron a descontar más recortes antes de fin de año. Para Nigel Green, director ejecutivo del grupo financiero deVere, la decisión marca el inicio de “una posible corrida alcista global”.
“El banco central ha dado el pistoletazo de salida”, señaló Green, quien prevé que la Fed realizará al menos dos recortes adicionales en lo que resta del año. Según el analista, el mensaje de Powell es claro: la prioridad está en proteger el empleo y sostener el crecimiento, incluso si eso implica tolerar un poco más de inflación.
Los inversores reaccionaron en consecuencia. Las carteras comenzaron a reorientarse hacia tecnología, infraestructura y activos digitales como Bitcoin, beneficiados por costos de financiamiento más bajos y mayor liquidez. Green asegura que estos movimientos no son pasajeros: “La era de las políticas restrictivas está terminando. Lo que vimos con el Dow Jones puede ser apenas el comienzo de un ciclo prolongado de expansión”.
En un país donde la política monetaria está cada vez más ligada a la pugna electoral, la decisión de la Fed no solo refleja el pulso de la economía, sino también las presiones cruzadas de la Casa Blanca y de los mercados globales.
