Un hombre que huyó de España para evitar la cárcel es capturado en San Pedro de Macorís.
La justicia tiene tentáculos largos, y un fugitivo español acaba de descubrirlo a la mala. La Policía Nacional de República Dominicana confirmó la captura de Miguel Ángel Wilson, de 32 años, quien había huido de España para evitar una pena de cárcel por los delitos de agresión sexual y revelación de secretos.
Wilson, condenado por la Audiencia Provincial de Pontevedra, se enfrentaba a 11 años y medio de prisión por violar y grabar a una joven en la ciudad de Vigo recoge Europa Press Sin embargo, en lugar de entregarse, el hombre optó por desaparecer, lo que llevó a la emisión de una orden internacional de detención y extradición en su contra.
La captura se produjo en el sector Restauración de San Pedro de Macorís, donde Wilson fue interceptado mientras se movilizaba en un vehículo. La Policía dominicana, a través de sus redes sociales, informó que el detenido fue llevado de inmediato a la sede de la Interpol en Santo Domingo para ser puesto a disposición de la justicia.
Una sentencia por violación y grabación
La condena de Wilson se emitió el pasado mes de mayo, luego de un juicio que encontró a dos hombres culpables de agredir sexualmente a una joven en septiembre de 2022, en un piso de Vigo. El tribunal los halló responsables de un delito de agresión sexual, pero a Wilson se le sumó el de descubrimiento y revelación de secretos, al haber grabado la violación con su teléfono móvil.
El relato de los hechos, recogido en la sentencia, detalla que la víctima conoció a ambos hombres en un local de ocio. Después de un rato, el grupo decidió seguir la fiesta en una casa. Una vez allí, la joven tuvo relaciones sexuales consentidas con uno de los condenados. Tras una discusión en el grupo, el resto se marchó, pero el otro acusado entró en la habitación. Fue en ese momento cuando ambos, ignorando las súplicas de la joven, la agredieron sexualmente.
El tribunal basó su veredicto en la consistente declaración de la víctima, la cual fue corroborada por los agentes que acudieron al lugar y por un informe pericial que evidenció el daño psicológico que le causó la agresión. El hecho de que uno de los agresores grabara el acto fue considerado un "elemento corroborador muy importante" de la veracidad del testimonio.
Además de la pena de cárcel, ambos condenados tienen la prohibición de acercarse a la víctima a menos de 200 metros durante 18 años y deberán pagarle una indemnización conjunta de 17.000 euros. Ahora, Miguel Ángel Wilson tendrá que enfrentar las consecuencias de sus actos, pero esta vez en una celda en España.