Un estudio en Nature vincula a 180 corporaciones con desastres climáticos recientes
Las olas de calor que han azotado al planeta con más fuerza y frecuencia en los últimos años no son simples fenómenos naturales: tienen huellas corporativas bien definidas. Así lo indica una investigación publicada en la revista Nature que revela que 180 grandes empresas de combustibles fósiles y cemento han contribuido de manera sustancial a la intensificación de estos eventos climáticos.
El estudio analizó 213 olas de calor históricas registradas entre 2000 y 2023. Su conclusión es categórica: sin el cambio climático inducido por la actividad humana, muchas de ellas habrían sido prácticamente imposibles, destaca un texto de IPS que reseña su contenido.
La mano de las corporaciones en el calentamiento global
El trabajo, titulado Atribución sistemática de las olas de calor a las emisiones de las principales empresas de carbono, muestra que el calentamiento global desde la era preindustrial (1850-1900) multiplicó entre 20 y 200 veces la probabilidad de sufrir olas de calor en las últimas dos décadas.
Los investigadores subrayan que al menos una cuarta parte de esos eventos extremos no habrían ocurrido sin la influencia del cambio climático. Y lo más alarmante: las emisiones de las grandes corporaciones explican la mitad del aumento en la intensidad de estas olas de calor.
“Las contribuciones individuales son lo suficientemente altas como para permitir la ocurrencia de entre 16 y 53 olas de calor que en un clima preindustrial habrían sido imposibles”, sostiene el informe.

Quiénes son los principales responsables
Según el estudio, 14 gigantes del carbono concentran el 30 % de las emisiones acumuladas de dióxido de carbono en el mundo. Entre ellos figuran Aramco (Arabia Saudí), ExxonMobil y Chevron (EE. UU.), Gazprom y otras firmas rusas, BP y Shell (Reino Unido), NIOC (Irán) y Pemex (México), además de grandes productores de carbón y cemento en China e India.
El informe detalla que 33 empresas con sede en EE. UU. representan un 10 % de las emisiones totales, mientras que otras 33 radicadas en China generan el 12 %. En América Latina, corporaciones como YPF en Argentina y Petrobras en Brasil son señaladas como responsables de emisiones suficientes para provocar 50 de las 213 olas de calor analizadas.
Consecuencias humanas y precedentes legales
Cassidy DiPaola, portavoz de la campaña Make Polluters Pay, fue tajante: “Ahora podemos señalar olas de calor específicas y decir: Aramco hizo esto, Shell hizo esto, ExxonMobil hizo esto. No hablamos de estadísticas frías, hablamos de muertes, cosechas perdidas y comunidades arrasadas por decisiones tomadas en salas de juntas”.
El impacto humano no es menor. Medio millón de personas murieron por calor entre 2000 y 2019, según cifras citadas por la organización ambiental Periodistas por el Planeta.
Además, la presión legal aumenta. En julio, la Corte Internacional de Justicia dictaminó que las acciones gubernamentales que alimentan el cambio climático violan el derecho internacional. Y en Alemania, el Tribunal Superior de Hamm estableció que las empresas emisoras de gases de efecto invernadero pueden ser responsabilizadas por los daños climáticos que provocan.
El mensaje de este nuevo estudio es contundente: las olas de calor extremas tienen responsables con nombres y apellidos corporativos, y el debate global sobre justicia climática ya no puede soslayar esa realidad.