Aprueban cambios al reglamento para más transparencia y sanciones
Santo Domingo.- En su sesión ordinaria de septiembre 2025 , la Junta Monetaria aprobó una serie de reformas al Reglamento Cambiario con el objetivo claro de fortalecer el control y la transparencia en el mercado de divisas. Las modificaciones, sometidas a consulta pública en agosto, marcan un ajuste importante en la forma en que operan los intermediarios financieros y cambiarios en el país.
El primer cambio de fondo tiene que ver con la incorporación obligatoria de un mayor número de entidades —incluyendo casas de cambio y otros intermediarios financieros— a la plataforma electrónica de negociación de divisas del Banco Central.
A partir de ahora, cualquier operación superior a los 10 mil dólares o euros deberá ser registrada en esta plataforma. Esto le da al Banco Central acceso en tiempo real a información sobre los volúmenes y precios negociados, lo que permitirá una supervisión más precisa y efectiva del mercado.
Pero no se trata solo de más datos. El nuevo reglamento también impone reglas claras de conducta para todos los participantes. Estas normas apuntan a garantizar una ejecución más justa y transparente de las operaciones: mejores precios para los clientes, rapidez en la ejecución de órdenes y más claridad en cada transacción. La intención es clara: reducir cualquier margen de discrecionalidad que pueda generar distorsiones en las tasas cambiarias.
Además, estas nuevas pautas están alineadas con estándares internacionales, como el Código Global de Conducta del Mercado Cambiario. Esto implica que los márgenes entre compra y venta —ya sea en operaciones al por menor o al por mayor— deben reflejar las condiciones reales del mercado, sin excesos ni abusos. El mensaje es contundente: operar fuera de línea con la regulación ya no será tolerado.
Y ahí es donde entra otra parte clave de la reforma: el mandato a sancionar. La Junta Monetaria instruyó al Banco Central a imponer sanciones e incluso suspensiones a los participantes que incumplan las nuevas reglas. Esto aplica especialmente a quienes manipulen márgenes de cambio, reporten información de forma incorrecta o violen los estándares de buena práctica que ahora serán exigidos con mayor rigor.
Otro punto importante es el endurecimiento de los requisitos para operar como intermediario cambiario. Las entidades deberán contar con mayor capital y reservas patrimoniales, ajustadas a la naturaleza y volumen de sus operaciones. En términos prácticos, esto eleva la vara y busca que solo operen quienes tengan la solidez suficiente para asumir los riesgos del negocio.
Estas nuevas medidas se suman a otras decisiones adoptadas en marzo pasado, que ya habían reducido las posiciones netas permitidas en moneda extranjera a un 25 % del capital y limitado el incremento semanal de dichas posiciones de US$10 millones a US$5 millones. El enfoque es evidente: limitar la exposición al riesgo cambiario en un entorno internacional volátil y proteger la estabilidad macroeconómica.
Con este paquete de reformas, la Junta Monetaria busca cerrar brechas, fortalecer el sistema financiero y garantizar un mercado cambiario más justo, más seguro y más vigilado. Un paso firme en medio de tiempos en los que la confianza y la transparencia no son un lujo, sino una necesidad.