Líderes de la región se unen para demandar medidas urgentes contra el cambio climático, la minería y los monocultivos.
El reloj del cambio climático avanza y los líderes de la región no quieren quedarse con los brazos cruzados. Organizaciones de Centroamérica y República Dominicana, agrupadas bajo la iniciativa Centroamérica Vulnerable, han lanzado una contundente llamada de atención para exigir acciones concretas que frenen el aumento de la temperatura.
Consideran que la situación es crítica: un incremento de 1.5 °C en la región podría intensificar sequías, inundaciones y tormentas, poniendo en riesgo la seguridad alimentaria y el acceso al agua.
El clamor de estas organizaciones no solo se dirige a los gobiernos, sino también a las industrias. Han demandado que se detenga la expansión de la minería a cielo abierto, los monocultivos y el uso indiscriminado de agrotóxicos, prácticas que, según su comunicado, destruyen la salud de los ecosistemas y de la población, con un impacto especialmente duro en mujeres y grupos vulnerables.
En un encuentro regional celebrado en Antigua, Guatemala, los delegados instaron a que la inversión pública se oriente hacia soluciones locales y sostenibles.
Entre sus propuestas se destacan la cosecha y el almacenamiento de agua, la promoción de prácticas agroecológicas, la restauración de ecosistemas, y el fortalecimiento de la pesca artesanal y los sistemas comunitarios de gestión de riesgos.
La delegación dominicana, liderada por Darío Solano de la RedAfros, enfatizó que el derecho humano al agua y saneamiento exige una cobertura universal y la protección de los recursos hídricos.
"La justicia climática empieza desde los pueblos y los territorios. No aceptaremos más promesas vacías ni negociaciones dispersas que no cambian la realidad de nuestras comunidades."