Autoridades y líderes financieros se alinean para sostener la estabilidad.
SANTO DOMINGO – En una jornada que dejó claro que no hay espacio para improvisaciones, las principales autoridades económicas del país se sentaron cara a cara con los presidentes de las entidades financieras más importantes del país. El objetivo: revisar cómo va la economía, hacia dónde apunta, y tomar el pulso al sistema en un contexto regional e internacional que sigue marcado por la incertidumbre.
El gobernador del Banco Central, Héctor Valdez Albizu, lideró la reunión este lunes acompañado por el ministro de Hacienda y Economía, Magín Díaz, y el superintendente de Bancos, Alejandro Fernández. Frente a ellos, las cabezas del sistema financiero dominicano. El mensaje fue directo: mantener la estabilidad macroeconómica es prioridad, y para eso se necesita coordinación total entre el gobierno y los bancos, indica un comunicado del Banco Central.
La clave: confianza y prudencia
Valdez Albizu no se anduvo con rodeos: “Estamos en un entorno internacional complicado. No es momento de bajar la guardia. La prudencia es nuestra mejor aliada para mantener la confianza de los inversionistas y de los actores económicos”.
Aun con ese panorama, el gobernador aseguró que la economía dominicana muestra señales de recuperación sostenida. Las proyecciones oficiales apuntan a un crecimiento del 3 % en 2025, con margen de mejora si se acelera la inversión pública y se mantienen las condiciones monetarias favorables.
¿Y el dólar? Nada fuera de lo normal
Uno de los puntos que más atención generó fue el comportamiento reciente del tipo de cambio. Valdez Albizu explicó que no hay razones estructurales para alarmarse. Lo que se ha visto en septiembre, dijo, responde a un patrón estacional: las empresas compran inventarios en esta época del año, de cara al aumento de ventas en los últimos meses.
“El flujo de divisas sigue sólido”, afirmó, citando que se espera el ingreso de más de US$46 mil millones para finales de 2025. Además, la inversión extranjera directa superaría los US$4,860 millones, lo que sería suficiente para cubrir cómodamente el déficit de cuenta corriente.
A esto se suma que el tipo de cambio promedio en lo que va del año ronda los RD$61.20 por dólar, dentro del rango previsto en el presupuesto nacional, que proyecta un promedio de RD$63.11 para todo 2025.
Bajando tasas y relajando el crédito
Otro frente donde el Banco Central ha tenido resultados visibles es en la política monetaria. Las medidas de liquidez lanzadas en mayo ya están surtiendo efecto en las tasas de interés. La tasa interbancaria cayó de 13.19 % a 8.59 %, una reducción de 460 puntos básicos. La tasa pasiva (lo que los bancos pagan por los depósitos) bajó de 9.63 % a 7.51 %, y la tasa activa (lo que cobran por los préstamos) pasó de 14.99 % a 14.19 %.
Según Fernández, el superintendente de Bancos, esto debería traducirse en una reactivación del crédito al sector privado. “Es fundamental para que la economía vuelva a moverse con más fuerza”, aseguró.
Por su parte, el ministro Magín Díaz remarcó la voluntad del Gobierno de no quedarse de brazos cruzados ante la desaceleración. “Estamos listos para actuar con más inversión pública, y lo haremos de manera coordinada entre Hacienda, el Banco Central y las demás instituciones”.
Un sistema financiero sano, por ahora
Valdez Albizu también aprovechó para repasar la salud del sistema bancario: morosidad baja (1.9 % en junio), solvencia fuerte (18.39 %, muy por encima del mínimo requerido de 10 %), y alta rentabilidad (ROE de 21.80 % y ROA de 2.61 % en julio). “Tenemos un sistema robusto, bien capitalizado y rentable”, sostuvo.
Este jueves, la Junta Monetaria revisará el Reglamento Cambiario, tras un período de consulta pública de 30 días. Otro paso en la estrategia de ajuste y adaptación al nuevo entorno.
Sintonía con el sector privado
El encuentro no fue solo para presentar cifras. También hubo espacio para escuchar a los principales actores del sector financiero, quienes mostraron una actitud de colaboración total.
Christopher Paniagua, presidente ejecutivo del Banco Popular, reafirmó el compromiso del sistema financiero con la estabilidad monetaria y fiscal del país. Luis Molina Achécar, del Centro Financiero BHD, habló de buscar soluciones conjuntas a los retos que vienen. La banca, en general, parece alineada con el enfoque del gobierno: estabilidad primero, crecimiento después.
Quiénes estuvieron en la mesa
El encuentro fue amplio. Por parte del Banco Central, además del gobernador, participaron la vicegobernadora Clarissa de la Rocha; el gerente Ervin Novas; y otros altos funcionarios como Frank Montaño, Joel Tejeda, Julio Andújar, Liselotte Reyes, y varios subgerentes de áreas clave.
Del lado de la banca, estuvieron representantes de prácticamente todas las entidades relevantes: BanReservas, Banco BHD, Banco Santa Cruz, CITIBANK, Banco Vimenca, López de Haro, Banco BDI, Banco Caribe, Banesco, ADEMI, Scotiabank, Banco Promérica, JMMB Bank, Banco LAFISE y Banco Qik, entre otros.
Conclusión
El mensaje de la reunión fue claro: no se trata de esperar a que la economía se estabilice sola. Se trata de actuar, con datos, con estrategia, y con coordinación. En tiempos difíciles, la estabilidad no es un lujo, es una decisión. Y al menos por ahora, las autoridades y la banca están remando en la misma dirección.