El presidente de EE.UU. firma una orden ejecutiva que defiende como un "mensaje de victoria".
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha firmado una orden ejecutiva con un cambio de nombre que podría redefinir la postura de su administración ante el mundo. El hasta ahora conocido Departamento de Defensa ha sido oficialmente renombrado como Departamento de Guerra. Trump defendió la medida como un "mensaje de victoria" y fuerza para el mundo.
Desde el Despacho Oval, con la presencia del ahora "secretario de Guerra", Pete Hegseth, Trump explicó su razonamiento. "Es un cambio muy importante porque es una actitud. Sabemos cómo ganar, hemos estado ganando y ganaremos como nunca antes se haya visto", aseguró.
Para el mandatario, el cambio de nombre no es solo simbólico, sino que refleja un compromiso total con la superioridad militar estadounidense. "Realmente se trata de ganar", insistió.
El presidente no escatimó en elogios para el ejército de su país, afirmando que no tiene comparación y que está "20 años por delante" del resto del mundo. Atribuyó gran parte de este avance a su primer mandato, durante el cual, según él, "literalmente, reconstruimos nuestro Ejército".
Un cambio en la web y las redes sociales
El cambio de nombre ha sido implementado de forma inmediata, con la página web del Pentágono cambiando su dominio y su logo. Lo mismo ocurrió con las cuentas en redes sociales del Departamento y del secretario, que ahora reflejan la nueva denominación.
Trump aseguró que el cambio se hará de la manera menos costosa posible, empezando por la papelería y otros elementos necesarios. "Sabemos cómo cambiar un nombre sin volvernos locos", resumió.
Al ser preguntado sobre si la medida requiere la aprobación del Congreso, el presidente mostró dudas, pero aseguró que de todas formas la presentará ante el poder legislativo. "No lo sé, lo vamos a averiguar, aunque no estoy seguro de que tengan que hacerlo", dijo.
La medida es controversial, ya que durante su primer mandato Trump insistió en que su objetivo era poner fin a los conflictos. Ahora, el cambio de nombre parece indicar un giro en su retórica.
El Departamento de Defensa había sido llamado así desde 1947, con el objetivo de promover una visión más defensiva y menos agresiva de la política exterior estadounidense, después de la Segunda Guerra Mundial. La decisión de Trump, por tanto, representa un rompimiento con esa tradición.