El expresidente defiende su honorabilidad y la transparencia de su gestión
SANTO DOMINGO—El expresidente Danilo Medina, presidente del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), ha salido a la palestra pública para enfrentar de frente las acusaciones de corrupción que han salpicado a su gobierno. En una inusual intervención telefónica en el programa "El Sol de la Mañana", Medina se defendió con vehemencia, asegurando que su gestión fue una de servicio y no de negocios.
"Yo no fui al gobierno a hacer negocios, fui a servir", sentenció el exmandatario. Rechazó de plano cualquier intento de vincular su nombre con los casos judiciales en curso, defendiendo la transparencia de su administración.
Subrayó que, durante sus mandatos, la adjudicación de obras se realizó a través de sorteos públicos, una medida que, según él, permitió a miles de ingenieros acceder a contratos sin necesidad de favoritismos.
Medina fue claro en su postura de que mantendrá su apoyo a los exfuncionarios de su gobierno que enfrentan acusaciones hasta que no haya una sentencia definitiva. Sin embargo, hizo una excepción con el caso de su cuñado, Maxy Montilla.
"En el caso de Maxy, lamento decir que él mismo aceptó su culpabilidad al firmar un acuerdo y eso lo coloca en una situación distinta", explicó.
El expresidente dejó claro que la decisión de Montilla de pactar con el Ministerio Público es personal y no representa su visión sobre cómo enfrentar la justicia.
Así, el exgobernante se deslindó de cualquier relación cercana con su cuñado durante su tiempo en el Palacio Nacional. Aclaró que su relación era "cordial, pero no cercana", y que no tenían vínculos laborales, políticos o económicos.
Reveló que Montilla acudió a su casa para informarle sobre el acuerdo, en el que, a cambio de su libertad, entregaba sus bienes. "Yo le advertí que al hacerlo no solo cedía sus bienes, sino también su honor y su dignidad, y eso no tiene precio", relató.
Medina expresó su extrañeza por el hecho de que Montilla fuera investigado durante años sin ser sometido formalmente a la justicia, y consideró que lo correcto habría sido que se defendiera en los tribunales.
"Un hombre inocente debe exigir demostrarlo ante un juez, no negociar con su honor", afirmó, en lo que pareció ser una crítica indirecta a la decisión de su cuñado.
Más allá de las acusaciones, Medina reafirmó su compromiso con el legado de su gobierno, destacando logros en la lucha contra la pobreza, el desempleo y el analfabetismo.
Su mensaje fue una mezcla de defensa personal y reivindicación de su gestión, buscando trazar una línea clara entre su persona y los escándalos que persiguen a algunos de sus excolaboradores.