Christopher Waller insiste en bajar los tipos desde septiembre.
Nueva York, Estados Unidos. El debate interno en la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) se ha vuelto más intenso que nunca. El gobernador Christopher Waller, una figura influyente y potencial sucesor de Jerome Powell, ha redoblado su presión para que la Fed comience a recortar los tipos de interés de forma inmediata.
Waller insiste en que la primera bajada debe ocurrir en la próxima reunión del 17 de septiembre, con un potencial de reducción total de hasta 150 puntos básicos en los meses siguientes.
En una entrevista con la cadena CNBC, Waller dejó claro que, a su juicio, la política monetaria actual es demasiado restrictiva y está frenando la actividad económica del país. “Tenemos que empezar a bajar los tipos en la siguiente reunión y, después, no tendremos una senda predeterminada de pasos a seguir”, afirmó.
Su argumento se diferencia de la visión de otros miembros de la Fed, que están más preocupados por el impacto de la inflación arancelaria. Waller, en cambio, cree que la inflación convergerá con el objetivo del 2 % en un plazo de unos seis o siete meses, una vez que el efecto de los aranceles se disipe.
Esta confianza en la evolución de la economía le da la certeza para proponer una estrategia más audaz. “Sabemos que queremos llegar a un punto neutro. Sabemos, aproximadamente, cuánto se podría recortar para alcanzarlo, digamos 100 o 150 puntos básicos, pero la rapidez con la que lleguemos allí dependerá de los datos que recibamos”, explicó.
La visión de Waller no es nueva. En la reunión del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) del pasado julio, él y la nueva vicepresidenta de supervisión, Michelle Bowman, ya se habían opuesto a la decisión de mantener los tipos, abogando por un recorte de un cuarto de punto.
Estas discrepancias no son menores; se enmarcan en un momento de tensión entre el actual presidente de la Fed, Jerome Powell, y el mandatario Donald Trump, quien ha presionado de manera insistente para que se bajen los tipos a toda costa.
El contexto político añade una capa extra a este debate. Bowman fue nombrada por Trump, y Waller es considerado uno de los candidatos favoritos para liderar la Fed cuando el mandato de Powell expire en 2026.
La postura de Waller de anticiparse a una posible desaceleración del mercado laboral es un punto clave en su razonamiento. “Cuando el mercado laboral empeora, lo suele hacer rápidamente”, advirtió, sugiriendo que la Fed debe actuar de forma proactiva para evitar un golpe duro a la economía.
En un escenario de polarización y presiones políticas, las declaraciones de Waller muestran una fisura en el consenso de la Fed. Su insistencia en un recorte inmediato de los tipos no solo es un llamado a la acción, sino también una declaración de principios sobre la dirección que, en su opinión, debe tomar la política monetaria de Estados Unidos.