El cargamento, compuesto por 448 paquetes de cocaína, fue interceptado en una operación conjunta en el sur del país.
La tranquilidad de las costas de Baní se vio interrumpida por una persecución de película. En una muestra de la impecable coordinación entre las agencias de seguridad del Estado, agentes de la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD), junto con efectivos de la Armada y la Fuerza Aérea, interceptaron un cargamento de 448 paquetes de lo que se presume es cocaína. En la acción fueron apresados dos hombres.
El operativo, realizado bajo la supervisión del Ministerio Público, culmina un trabajo de inteligencia que le cerró el paso a una embarcación de narcotraficantes en las aguas del mar Caribe.
Todo comenzó con un dato. Tras recibir información de inteligencia, las unidades operativas activaron un protocolo de acción inmediata. El despliegue fue masivo: unidades aéreas, navales y terrestres se movilizaron para interceptar una embarcación que se movía de forma sospechosa hacia las costas dominicanas.
La persecución duró varias horas, un juego del gato y el ratón en alta mar que puso a prueba la capacidad de respuesta de los equipos tácticos y de reacción.
La captura se produjo a varias millas náuticas al sur de Punta Salinas. La embarcación, una lancha sin nombre ni matrícula de unos 27 pies de eslora, fue finalmente acorralada. Al inspeccionar su interior, los agentes descubrieron 18 pacas, que contenían un total de 448 paquetes.
La sustancia, un polvo blanco embalado, levantó de inmediato las sospechas de ser cocaína. El golpe es contundente, no solo por la cantidad de droga, sino por la logística desbaratada.
A bordo de la lancha, las autoridades encontraron a dos hombres de nacionalidad dominicana, quienes fueron inmediatamente arrestados. Según los informes iniciales, la embarcación habría zarpado de la región de La Guajira, un punto conocido en la ruta del narcotráfico entre Colombia y Venezuela.
Además de los detenidos y el alijo, se incautaron dos motores fuera de borda de 75 caballos de fuerza cada uno, 25 garrafones de combustibles, una lona, agua y víveres.
El Ministerio Público y la DNCD han intensificado las investigaciones para desmantelar por completo esta red de narcotráfico internacional. Se busca identificar a otros posibles implicados para llevarlos ante la justicia.
El cargamento incautado ha sido enviado bajo una estricta cadena de custodia al Instituto Nacional de Ciencias Forenses (INACIF) para su análisis. Allí se determinará el tipo exacto de sustancia y el peso total, lo que pondrá el punto final a este operativo, pero no a la incesante lucha contra el narcotráfico que se libra en las costas dominicanas.