El partido advierte sobre riesgos de inacción frente a la crisis haitiana y el escenario de conflicto en el Gran Caribe
Santo Domingo.- La Fuerza Nacional Progresista (FNP) lanzó una dura advertencia sobre lo que califica como un inminente escenario de confrontación en el Gran Caribe con repercusiones continentales. En una declaración pública, la organización reclamó al presidente Luis Abinader una postura “clara e inequívoca” frente al mayor desafío histórico que, a su juicio, ha enfrentado la República Dominicana: la crisis haitiana y sus efectos desestabilizadores.
Un pacto que no camina
El documento denuncia que el Pacto de Nación para Políticas Públicas de Estado sobre la crisis de Haití, firmado en octubre de 2023, no se está ejecutando con la firmeza ni la visión integral que amerita. Tampoco, señala, han surgido acuerdos concretos del diálogo con expresidentes, partidos mayoritarios y el Consejo Económico y Social, convocado hace cuatro meses.
Para la FNP, lo que domina la agenda es una actitud complaciente hacia sectores empresariales y organizaciones civiles “postizas”, alineadas con embajadas extranjeras y organismos internacionales. Esa supuesta falta de acción, afirma, se traduce en más incidentes violentos en la frontera y un aumento de tensiones que podrían escalar en un conflicto insular.
Migración y desaparición de un plan clave
El partido asegura que los flujos migratorios de haitianos hacia territorio dominicano se han disparado en las últimas semanas, alimentados por recursos de “procedencia oscura” y con apoyo de redes locales. Advierte que existe una intención deliberada de convertir a la República Dominicana en una “Nación de Refugio”.
La organización también denuncia la desaparición del Plan de Contingencia sobre Flujos Masivos de Migrantes, elaborado en 2019 por el Instituto Nacional de Migración. El documento, dicen, es clave para una denuncia penal que presentarán ante la Procuraduría General de la República, en la que acusarán a actores internacionales de cometer crímenes contra la seguridad del Estado dominicano. Según la FNP, incluso el actual secretario de Estado de EE.UU., Marco Rubio, había advertido sobre estos riesgos en 2023, apuntando hacia organizaciones como Amnistía Internacional y sectores de poder en Washington.
Maduro, Petro y la sombra del ALBA
Otro eje central de la declaración apunta a los regímenes de Nicolás Maduro y Gustavo Petro, a quienes la FNP responsabiliza de bloquear en el ámbito regional el despliegue de una fuerza internacional de paz para Haití. Recuerdan además las palabras de Maduro —“el que se mete con Haití se mete con Venezuela”— como una muestra de hostilidad hacia la República Dominicana.
La organización acusa al chavismo de operar en alianza con Irán y grupos como Hezbollah, generando lo que consideran un escenario explosivo para la seguridad del continente. Por eso, plantean que un cambio político en Venezuela sería vital para reducir riesgos en el Caribe y frenar la expansión del crimen organizado transnacional, que ya sacude países como Ecuador y Colombia.
Estados Unidos y el hemisferio
Finalmente, la FNP celebra que Estados Unidos retome el foco en América Latina, pero reclama que esa mirada no repita esquemas de asimetrías ni se limite a pactar con élites locales. Proponen relanzar instrumentos como el ALCA, el TIAR y la Carta Democrática Interamericana, pero con un enfoque de respeto a los pueblos, no a las oligarquías.
En su visión, la prueba decisiva de esa “nueva etapa interamericana” estará en las Antillas Mayores: Cuba, República Dominicana, Puerto Rico y, sobre todo, Haití, país que consideran un caso de especial cuidado para la estabilidad regional.