Nuevas plantas y almacenamiento garantizan energía ante clima extremo
SANTO DOMINGO – En respuesta a la creciente demanda por las temperaturas extremas, el Gobierno dominicano acelera su plan energético con la incorporación de 612 megavatios (MW) al Sistema Eléctrico Nacional Interconectado (SENI) en los próximos cinco meses. Así lo anunció el ministro de Energía y Minas, Joel Santos, destacando que se trata de un esfuerzo clave para reforzar la seguridad energética del país.
Este impulso es urgente: en 2020, el pico de consumo era de 2,750 MW, y actualmente ronda los 4,000 MW. El incremento sostenido en el uso de electricidad refleja el crecimiento económico, el aumento demográfico y la intensificación del uso de equipos de refrigeración obligada por los recientes extremos climáticos.
Nuevas plantas energéticas en el horizonte
Entre las principales adiciones al SENI están:
- 68 MW provenientes de la planta SIBA (sistema de ciclo combinado) en Boca Chica, que comenzarán operaciones en octubre.
- 130 MW de la planta Energas 4, localizada en San Pedro de Macorís.
- 414 MW de la futura central Energía 2000 en Manzanillo, cuya puesta en marcha está contemplada dentro de los cinco meses siguientes.
El total de estas obras suma los 612 MW que, según Santos, marcarán un antes y un después en la capacidad eléctrica nacional.
Energías limpias y almacenamiento: el futuro energético
Para 2025, se proyecta la incorporación de 500 MW adicionales generados por fuentes renovables, una apuesta clara por diversificar la matriz energética. Además, el Consejo Unificado de Empresas de Distribución (CUED) impulsa la primera licitación para adquirir baterías de almacenamiento, cuya implantación está prevista para principios de 2027.
Este sistema de almacenamiento no solo neutralizará los picos de demanda, sino que brindará estabilidad al sistema eléctrico, consolidando una transición hacia una energía más fiable y sostenible, remarcó el ministro.
Hacia el 2028: más capacidad y renovables
De cara a 2028, República Dominicana espera duplicar la generación de energías renovables y desarrollar más de 30 nuevos proyectos, incluyendo termoeléctricas que sumarán más de 2,100 MW adicionales, lo que representa un aumento del 54 % en la capacidad térmica instalada.
El avance en infraestructura no se limita a la generación: recientemente se inauguró una línea de transmisión de 345 kV y 128 km entre Montecristi y Santiago, considerada la obra eléctrica más significativa hasta ahora. Esta vía no solo integra los nuevos proyectos de Manzanillo al SENI, sino que también conecta generación renovable del norte.
Además, se avanza en otra línea de 345 kV desde 15 Azua hasta Punta Catalina, clave para explotar el potencial solar y eólico del sur del país.
Inversión y modernización
El Gobierno contempla una inversión de unos US$ 450 millones en transmisión durante los próximos años. Este monto será destinado a la repotenciación de líneas, modernización de la red de distribución, reducción de pérdidas por fraudes eléctricos y campañas de concienciación ciudadana.
Recapitulación creativa
En resumen, República Dominicana se adelanta al reto del calor extremo con una estrategia energética clara: sumar rápidamente 612 MW, apostar por 500 MW renovables, impulsar almacenamiento con baterías, ampliar su red de transmisión y proyectar una robusta expansión hacia 2028. Es una hoja de ruta firme hacia un futuro energético fuerte, diversificado y más verde.