"Esta decisión del Santo Padre refleja una cercanía pastoral y un gesto de amor por la República Dominicana.."
En un gesto que ha sido celebrado por la Secretaría de Cultos del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) calificando como un acto de cercanía con la República Dominicana, el Papa León XIV ha creado la Diócesis de Stella Maris, una nueva demarcación eclesiástica que busca fortalecer la presencia de la Iglesia en una zona estratégica del Gran Santo Domingo.
La decisión incluye también el nombramiento del sacerdote Manuel Antonio Ruiz de la Rosa como su primer obispo.
La nueva diócesis abarca un territorio considerable que incluye los municipios de Santo Domingo Este, Boca Chica y Guerra. Estas áreas, que antes formaban parte de la Arquidiócesis de Santo Domingo, ahora tendrán su propia estructura pastoral con la parroquia Stella Maris como su catedral.

Gustavo Guzmán, titular de la Secretaría de Cultos del PLD, destacó la importancia de este movimiento. "Esta decisión del Santo Padre refleja una cercanía pastoral y un gesto de amor por la República Dominicana, en un momento en que el país exige referentes de credibilidad y compromiso ético", escribió Guzmán.
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Subrayó que la creación de Stella Maris no es un hecho aislado, sino que "interpela a las instituciones, a los líderes y a la ciudadanía sobre la necesidad de transformar la realidad desde valores sólidos y humanistas".
Un obispo con voz profética
La designación de Manuel Ruiz como obispo ha sido especialmente bien recibida. El padre Ruiz es conocido por su sentido pastoral activo y su cercanía con las comunidades marginadas destaca Guzmán en el comunicado del PLD.
Además, indica que al padre Ruiz se le reconoce una voz profética que denuncia lo incorrecto, lo cual anticipa un liderazgo que irá más allá de lo litúrgico y tendrá un impacto directo en la esfera pública.
La nueva diócesis no es una estructura menor. Con una superficie de casi 589 km² y una población de más de 1.291.000 habitantes, de los cuales casi un millón son católicos, su alcance y responsabilidad son considerables.
La conformación de la diócesis incluye 64 parroquias, 95 sacerdotes, 39 diáconos permanentes y 83 religiosas. Estos números reflejan la magnitud del trabajo que la Iglesia asume en esta zona, una que es clave para el desarrollo del Gran Santo Domingo.
El nombramiento de un obispo con un perfil tan comprometido con lo social y con la justicia como Manuel Ruiz es un claro mensaje de que la Iglesia busca no solo atender a sus fieles, sino también ser un motor de cambio en la sociedad.
La creación de Stella Maris es un paso significativo para la Iglesia católica dominicana, que reafirma su compromiso con la gente y su voluntad de estar presente en los desafíos más urgentes de la comunidad.