El gobierno asegura que sí, pero bodegueros cuestionan las cifras oficiales.
Nueva York.-En un anuncio que ha generado un intenso debate, el gobierno del estado de Nueva York asegura estar ganando la batalla contra los robos en comercios. La gobernadora Kathy Hochul ha reportado una disminución interanual del 12% en los hurtos, una cifra que atribuye a la reciente inversión de 40 millones de dólares en iniciativas policiales y a la modificación de las leyes penales. Sin embargo, no todos comparten este optimismo.
La controversia tiene sus raíces en el periodo posterior a la pandemia, cuando los robos en tiendas se dispararon, impulsados por cambios en la Ley de Fianzas que, según los críticos, redujeron las consecuencias para los delincuentes reincidentes. Esta escalada delictiva llegó a tal punto que varias cámaras de comerciantes, desde bodegueros hasta dueños de supermercados, declararon una emergencia.
Ante la crisis, el gobierno de Hochul impulsó una serie de medidas que incluían leyes más estrictas para los reincidentes, protecciones para los trabajadores afectados por la violencia y un aumento de la vigilancia.
El Diario de Nueva York recoge que entre las acciones clave se incluyeron sanciones penales más severas para quienes agredan a un empleado, la posibilidad de que los fiscales combinen el valor de los bienes robados para presentar cargos y una persecución más contundente a la reventa de mercancía en línea y en las calles. Se destinaron $40.2 millones para crear Equipos Antirrobo con la Policía Estatal y las fiscalías locales.
El balance de estas medidas, según la gobernadora, es claro. “Si bien las cifras de hoy representan un avance significativo, no cederemos. Mantengo mi compromiso de apoyar a nuestros negocios y a sus trabajadores para restaurar la seguridad y la tranquilidad”, afirmó Hochul.
Jessica Walker, de la Cámara de Comercio de Manhattan, y Melissa O’Connor, del Consejo de Minoristas del Estado de Nueva York, respaldan la visión ce la gobernadora, destacando el éxito de la colaboración entre las autoridades y el sector privado.
La otra cara de la moneda: la realidad de los bodegueros
A pesar del optimismo oficial, la realidad parece ser muy distinta para los pequeños comerciantes. Francisco Marte, presidente de la Asociación de Pequeños Comerciantes y Bodegas de Nueva York, cuestiona la validez de las cifras. Según Marte, el problema no ha desaparecido, sino que simplemente no se está denunciando.
Marte explica que, en los barrios fuera del bullicioso centro de Manhattan, muchos dueños de bodegas han dejado de reportar los robos. “En nuestro caso, no dejamos de registrar novedades diarias, solo que nuestros agremiados, no se sienten motivados a denunciar a la policía el robo de mercancía. Porque sienten que de nada sirve”, señala.
Esta percepción de impunidad ha llevado a una situación en la que los delincuentes, lejos de detenerse, se han vuelto más audaces. Los bodegueros viven con la constante amenaza de que sujetos entren y se lleven artículos sin que puedan hacer nada.
La citada situación llegó a un extremo en el que grandes cadenas tuvieron que proteger sus estanterías con acrílicos y candados, mientras que los supermercados se vieron forzados a duplicar su personal de seguridad e invertir en más cámaras.
El anuncio de Hochul, aunque alentador, parece pintar solo una parte del panorama. La delincuencia, como una hidra, ha cambiado de cabeza. Un dato interesante: el año pasado se anunció una acusación formal contra una red internacional de robo que operaba por años.
La banda compraba más de $50,000 en productos robados a la semana, vendiendo la mercancía en línea y hasta en una boutique en República Dominicana. Este caso demuestra la complejidad del problema, que va más allá de un simple atraco en una tienda.
Aunque la gobernadora ha reportado una reducción del 4% en el índice de delincuencia general, la experiencia diaria de muchos pequeños comerciantes sugiere que la batalla aún está lejos de ser ganada.
La seguridad, como la confianza, es algo que se construye desde la base, y si la gente no denuncia, las estadísticas pueden ser engañosas.