Un tiroteo durante una misa en una escuela católica. El atacante, que se suicidó, disparó a través de las ventanas.
Un acto de violencia inimaginable ha sacudido a Minneapolis. Al menos dos niños han muerto y catorce más resultaron heridos durante un tiroteo en una misa celebrada en una escuela católica. El suceso ha dejado a la comunidad en estado de shock, en un episodio que el jefe de la Policía de Minneapolis ha calificado como un ataque “deliberado” contra “niños inocentes”.
El ataque ocurrió en la Escuela Católica de la Anunciación. Un hombre armado se acercó al edificio y, sin mediar palabra, comenzó a disparar con un rifle a través de las ventanas de la iglesia, impactando a los fieles que se encontraban dentro.
El jefe de la Policía, Brian O’Hara, explicó en una rueda de prensa que el atacante abrió fuego contra los niños y adultos que estaban sentados en los bancos.
Las víctimas mortales son dos menores de ocho y diez años. Además, otras 17 personas resultaron heridas, 14 de ellas niños. O’Hara detalló que dos de los heridos se encuentran en estado crítico.
El atacante, cuya identidad no ha sido revelada, se suicidó en la parte trasera del edificio. Estaba armado con un verdadero arsenal: un rifle, una escopeta y una pistola.
Un ataque deliberado en medio de una ola de violencia
Este trágico suceso ha generado una condena unánime. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, fue informado de inmediato sobre el tiroteo y aseguró que el FBI ya está en el lugar de los hechos.
El gobernador de Minnesota, Tim Walz, se sumó a la consternación general, expresando sus oraciones por los niños y maestros, cuya primera semana de clases se ha visto “empañada por este horrible acto de violencia”.
La tragedia de la escuela católica no es un evento aislado en la ciudad. La Policía de Minneapolis ha informado que en las últimas 12 horas se han registrado otros tres tiroteos mortales, una cifra que demuestra la alarmante situación de violencia armada que se vive en la ciudad. La escalada de violencia en las últimas horas es, en palabras de la propia policía, “profundamente inquietante”.
El ataque en la escuela, un lugar que debería ser un refugio de paz, ha conmocionado a la nación. Es un recordatorio brutal de la facilidad con la que la violencia puede irrumpir en los espacios más sagrados y seguros.
La comunidad de Minneapolis, ahora de luto, se enfrenta a la difícil tarea de sanar las heridas de un acto de violencia que ha robado la vida de dos de sus miembros más inocentes. Con datos de Europa Press.
